El pez y el niño

¡Hola estimados Scouts y sus amigos!

En este día de literatura les presento un relato de mi propia inspiración, dejando en ustedes una profunda reflexión. Espero que sea de su agrado.

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Era su mundo acuático inmensamente pequeño ante la grandeza del río, prefabricado con lindos cristales, adornos y colorida decoración que hacían juego con su exuberante color. Nada parecía igual desde aquel día en que había sido atrapado con algunos de su especie para ser exhibidos como piezas de museo en la tienda de la ciudad.

Aquel pez jamás había sentido tanta tristeza en aquella cárcel simulada por una pecera que le proveía alimentos y oxígeno pero que colisionaban con la vida, la esperanza y la libertad otorgada por el Creador, vulnerada por la codicia o la vanidad del hombre.

Los días transcurrieron despedazando cada espacio de su memoria, hasta el punto de no reconocer a sus compañeros, volviéndose agresivo y víctima del confinamiento. Cada día era admirado por su reluciente color y belleza, pero nadie percibía su dolor, su aflicción y su sufrimiento.

_{Diseño en canva.com por @casv con imágenes propia.}

Un niño lo observaba un día, cuando ya toda esperanza estaba rota, advertía en él su encierro y su desolación, su mirada era diferente a los espectadores de siempre. Aquel niño le transmitiría también su pena, encontrando sentimientos de misericordia que nadie le habría demostrado.

Ese día como designio de Dios iluminaba con un ángel a aquel niño que comenzaba a derramar lágrimas insólitas de profunda desolación, clamando a sus padres por aquel pez, convenciéndolos de comprarlo para darle otro hogar.

Aquel niño no tardó mucho en buscarle un mejor lugar a su pez y sus compañeros, devolviéndolos al río, encontrando una paz indescriptible en su alma, al devolver la vida a aquellos seres indefensos que la naturaleza nos había legado para admirar su belleza y también su libertad.

_{Diseño en canva.com por @casv con imagen propia.}
La misericordia había encontrado un lugar en el alma de un niño, entendiendo que la vida de todo ser debe ser respetada por su propia naturaleza, que la libertad es idónea sabiduría de Dios y que cada quien tiene un propósito para llenar al mundo de esperanza, de vida y amor.

• Los separadores son de mi autoría.

¡Gracias por su visita!