Como muchos ya saben, soy maestra y esto es algo por lo cual estoy muy agradecida. A pesar de que mi profesión no es la que tiene el mejor sueldo o grandes beneficios económicos, siento que tiene la más grande retribución y al referirme a esto hablo específicamente de "mis niños."

Mi compañera de trabajo y yo, estuvimos preparándonos y preparándolos a ellos para este día. Durante el año escolar les estuvimos ofreciendo a los niños como premio de fin de año escolar "una piscinada", esto sería válido para los niños que obtuvieran los mejores resultados. Todos comenzaron muy bien y estaban haciendo su mejor esfuerzo.

Cuando regresamos de los días de asueto de semana santa, algunos niños no llegaron con el mismo empuje. Aunque no tenían mal comportamiento llegaron con mucho desdén hacia las actividades , y eso realmente no era nada bueno!!.

Decidimos hacer una campaña conscientizadora en la que promovimos con más fuerza el paseo y la diversión que tendrían los que decidieran mejorar su desempeño académico. Así, pronto comenzamos a ver buenos resultados; sus expresiones comenzaron a cambiar. Aunque siempre quedaban algunos rezagados, afortunadamente no eran quienes definían el grueso del grupo. Las madres por su parte se sentían felices por el ánimo que veían en sus niños, vimos entonces el fruto de la motivación en ellos. El día viernes, un día antes de la salida, recogimos las cosas que teníamos que llevarnos para el paseo y los niños nos ayudaron a meterlas a la camioneta.

Al llegar al club todos estaban felices. Las niñas se llevaron sus mejores trajes de baño, los niños sus juguetes de playa y todos conversaban animados. Cuando llegó el momento de la foto, los chicos corrieron y decían "nos tomamos la foto y nos lanzamos a la piscina!", fue realmente la mejor recompensa a su esfuerzo!