Aprendemos mejor por Parábolas

Cuenta la sabiduría escolástica que los maestros de todos los tiempos se han valido de relatos populares y de historias cautivadoras para expresar una verdad, o una lección a resaltar; a veces se han utilizado las conocidas parábolas utilizadas por el maestro Jesús de Nazaret, otras veces las fábulas de Esopo, o quizás una combinación metafórica, como la siguiente historia relacionada con la parábola del alfarero del profeta Jeremías en el capítulo 18 de la biblia.

Al igual que en la película la bella y la bestia; en un taller de alfarería una vasija de barro, al ser moldeada y cocida en el horno por su hacedor; en la silenciosa noche cobró vida. Podía pensar y observar a su alrededor, estaba extrañada del desordenado taller donde nació. Al amanecer llegó el alfarero y la cogió y empezó a lastimarla, con una liga, le quitaba trozos de piel, que lastimada estaba; luego fue a parar a un oscuro cuarto caliente.

Logró sobrevivir al calor y luego el tosco alfarero inició a aplicarle una sustancia blanca de fuerte olor y la decoraba; y por segunda vez fue a otro cuarto oscuro y caliente, esta vez sufrió menos y estuvo menos tiempo. Finalmente la sacó de allí, la levantó, dándole un beso, dijo: - que linda has quedado, ahora vas a estar con mis mejores joyas- y para sorpresa de la tacita, llegó a un nuevo hogar, donde todas las vasijas eran lindas y le hablaban.

*Reflexión: Los procesos por los que tienen que pasar los soñadores- constructores pueden ser parecidos a los de la tácita; pero si se dejan moldear por las enseñanzas y los entrenadores, un día estarán en compañía de los triunfadores, disfrutando de una abundante vida.