¡Muy buenas a todos! Este post es algo diferente.
Como no tengo el proceso completo de uno de estos dibujos que mostraré, quiero relatar la historia que hubo detrás del motivo de por qué estas piezas existen.

Aquí viene bastante habladera de tontería de mi vida personal así que, si os querer saltar la lectura y solo ver los dibujos, me parece perfecto.

Estáis advertidos.

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Es el 31 de diciembre, el último día del año. Ese día me sentía bastante mal, tenía un dolor de estomago muy agudo y había visitado el baño alrededor de unas 17 veces entre la noche del día anterior y la madrugada, solo tomaba agua para no deshidratarme. A las 6 am mi madre notó que no me sentía del todo bien e irrumpió en mi habitación para reclamármelo. Por algún motivo, supongo que cansada de tener que verme en la cama tirada por durante todo diciembre, comenzó a pontificar que ¿Cómo pretendía irme del país si ni siquiera era capaz de curarme una gripe y un problema estomacal?, si deseaba irme y tener mi vida, debía trabajar duro, conseguirme 3 empleos de salario mínimo, dormir poco por las noches y hacer cualquier cosa para conseguir ese dinero que me falta.
No pude sentirme más ofendida, que linda manera de llamarme desempleada e inútil. Si bien se que esta no es mi casa, en lo que me di cuenta que se disponía a discutir conmigo de las cosas que no tengo, de lo que no soy, de mi incorrecto uso de mi vocabulario y básicamente de mi manera de ser y pensar, le pedí que por favor no me hablara; si venía a recordarme el motivo de mi depresión, en verdad le pedí que no hablara más conmigo.

Escuchar de ella y sin titubeos que piensa que soy una inútil desempleada, a pesar de que el mes anterior me habían contratado para realizar unos diseños para unos zapatos, sentí que algo dentro de mí se hizo añicos. Llamadme poeta barato o lo que queráis, pero, no sé si se fue el alma o el corazón, pero fue algo dentro del pecho. Noté que no confía en mí, ni en el trabajo que intento forjarme y que yo no le importo tanto como pretende, solo espera que de alguna forma milagrosa me vaya bien fuera de las fronteras Venezolanas para pedirme dólares.

Dolor, rabia y tristeza es lo que intento transmitir en esta pieza.

Esa tarde del 31 pedí por favor no estar en mi casa. Estuve en casa de mis suegros, donde allá limpie y ayude en lo que pude. Deseaba fuertemente olvidar lo de la mañana, pues era el último del año, el día de la renovación y la purificación y todas esas cosas alegres que se supone deberías pensar y prepararte para recibir el año nuevo con determinación, o eso se supone…

Estos bosquejos los hice en la tarde, aquí comenzaba a esquematizar como deseaba plasmar la pieza.

Rara vez paso año nuevo alejado de mi familia, pero honestamente debo reconocer que en esta ocasión, no estar cerca de ellos me alivió bastante, me sentí bastante más tranquila y mejor conmigo misma al no estar cerca de esa carga que me hace dudar de mi a diario. Casi podía sentir como me sanaba por dentro.

Ese es el motivo de esta pieza.

Todo diciembre fue muy deprimente por la llegada de mi hermano. Yo creí que su llegada sería normal y seria una reunión familiar agradable tipo tranquilo, pero no fue así. Empezando por el hecho de que me pidió que enviara mi resumen curricular a una empresa inexistente en Rumania, según él, era una oportunidad de trabajo donde necesitaban ingenieros preparados para trabajar en Rumania por un sueldo bastante inferior al mínimo del promedio de Europa, esta empresa te pagaba todo el viaje y la estadía y la comida, solo te necesitaban para “trabajar”…

… Hay que ser ingenuo para creerse una historia así. Me pareció tan absurdo contándome esa “oportunidad de oro” como si el mundo funcionara así en realidad. Solo hay que echar un pequeño vistazo de no más de 5 segundos a la “dipweb” para darte cuenta que la honestidad y lo legal es lo último que te vas a encontrar en el mundo. No solo el correo no tenía un dominio ligado a una empresa real (era un gmail, parfavar), si no que, el nombre de la persona a cargo, el equivalente del tipo de recursos humanos y el nombre de dicha de dicha empresa no me lo hicieron saber porque en realidad, no había.

No conforme con eso, llego exhibiéndole a mis padres lo muy “fasil” que era para él conseguir dólares en el estado donde vive ahora y prácticamente llegó repartiéndoselos en la cara a todos; aunque le pedí que tuviera cuidado con esa actitud porque, aunque Venezuela se maneje bajo dólares, la moneda oficial no es dólar, me dijo que yo no sabía lo que estaba diciendo y que “tenía que ponerme en la onda” si quería tener dinero.

fuente:giphy.com

… Me hizo sentir como la estúpida ignorante que no tiene idea de nada.

Aparte de todo esto, tuve fiebre y gripe todo diciembre, más que todo, tos seca. La cerecita sobre el pastel de la depresión, fue lo que paso el 31 con mi madre.

Realmente detesté ese mes; y aunque no lo parezca, no deseo guardar rencores. Más que sentarme a odiar o a despreciar lo mucho y muy mal que me tratan y piensan de mi, solo deseo seguir trabajando y ahorrar para poder salir de este hueco.

No quiero ser para el resto de mi vida la tonta inútil que pienso que soy. O aparentemente lo que me hacen pensar que soy. Yo no detesto a mi familia, lo que me gustaría es un poquito de respeto.

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Aquí termina el espacio sentimental depresivo personal.

Realmente no tienen que leer todo lo que está arriba, es solo un resumen de cómo pasé mi diciembre y el motivo por el que me deprimí todo ese mes; no tuve piezas de arte ni nada nuevo por eso mismo.
Espero que les hayan gustado los dibujitos, porque el texto no lo creo. No tengo mucho más que decir, solo, nos vemos en un próximo post.

Fuente:giphy.com