Lugares Mágicos / Hablando de Ballenas

El día domingo 10 de marzo en las horas de la tarde ronda, la noticia que en Suráfrica una enorme ballena aparentemente se traga al buzo Rainer Schimpf; pues luego lo expulsa en una playa cercana. El boletín informativo pertenece a -20minutos.es- se trata de un veterano buzo perteneciente al equipo de Dive Expert tours, quienes organizan cursos de buceo.

Fui engullido, mientras tomábamos fotos a un tiburón que se paseaba por donde estábamos, sentí presión en la cintura; la verdad que no tuve tiempo de sentir miedo, sentí fue oscuridad. Sucedió en Port Elizabeth, en Ciudad del Cabo. Por instinto recordé que las ballenas no atacan a los humanos, fue por error creo, luego me arrojo a la playa.

Este tema me ha parecido curioso, pues me llevo a los días de estudios bíblicos, cuando era niño; las monjas nos enseñaban que un profeta judío fue enviado a Nínive; y no obedeció a su Dios- Creador. Luego se refugió en un barco, de carga y terminaron arrojándolo al mar, para que se calmara la tempestad.

Resultó tragándolo una ballena y al tercer día lo arrojó a la playa. (Libro Bíblico de Jonás) Entonces me acordé de un cuento infantil que llevó una pequeña a casa, hace años atrás. En la clase de cuarto estaban preparando exposiciones para el día de los océanos, sobre cómo cuidarlos y protegerlos, independiente de donde vivamos, pues en el reciclaje correcto, se aporta a la buena causa.

Un compañero se enfocó en las ballenas, en especial en la azul, dijo que le gustaban y que cuando fueron a Miami, fueron a un seaquarium y en un show las conocieron. Una de las niñas pertenecía a una familia creyente en las escrituras, le dijo a la profesora que en la antigüedad hubo una ballena que se tragó un profeta desobediente por tres días.

La profesora le dijo que era físicamente imposible que un mamífero pudiera tragarlo, pues su garganta es muy corta; además esos cuentos y fábulas no son ciertos; la chiquilla, pensó un momento y volvió a la carga diciéndole a la profe: - pues mira, cuando muera voy a ir al cielo, busco al profeta Jonás y le preguntó, si ese relato lo podemos dar, por cierto.

La profe no se quedó atrás y contraatacó diciendo,: ¿y qué tal que se haya ido al infierno por desobediente? – pues, le tocará hacer a usted la tarea de aclarar el tema- respondió la pequeña- quedando el salón en silencio; ante el sarcasmo a flor de piel. Según los oceanógrafos las ballenas difícilmente atacarían a los humanos.

Pues, según estudios el canto y sonidos que emiten estos enormes mamíferos, tienen un lenguaje muy similar al de los humanos; lo que tenemos que hacer es guardar silencio y aprender a escuchar e interpretar los sonidos; es un privilegio desarrollar y educar la audición; de ahí que se diga que, si entendiéramos su lenguaje, les cuidaremos mejor.