La naturaleza del respeto

El respeto es uno de los valores más importantes de la sociedad. El respeto representa la base de cualquier relación personal y determina cómo estas se desarrollan. El curso de nuestro desarrollo por la vida está marcado por la enseñanza continua y las demostraciones frecuentes del valor del respeto como una representación de la apreciación que se refleja en las cosas, también como una forma de desarrollar relaciones, siendo el respeto el valor principal de cada una de ellas.

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La formación de una persona respetuosa se basa en la educación que se inculca durante la infancia, siendo esta la etapa que tiene el mayor impacto en la vida de las personas, porque hay un gran margen para el aprendizaje siendo la mayoría de estos permanentes para la vida. Aun así, el respeto puede ser inculcado o aprendido más adelante en la infancia, como lo demuestra la existencia de personas que han crecido a la deriva, sin una figura familiar, pero que con la ayuda de algún refugio humanitario pudieron recibir educación y la enseñanza de los valores humanos. Después de haber pasado por la etapa de la infancia.

Como muchos aspectos de la vida humana, el respeto se refleja en la naturaleza y sus leyes, aunque no tiene el mismo valor moral, el principio conceptual sigue siendo el mismo. Tanto la existencia de animales dominantes (machos alfa) como los depredadores, y los territorios marcados de los diferentes animales, representan una forma básica de respeto, en la cual los involucrados son conscientes de la existencia de otros seres y, a través del principio Darwiniano, proporcionan el espacio necesario para la convivencia, sean o no conscientes de este hecho.

Los aspectos más elementales de la vida se pueden ilustrar en la naturaleza, después de todo, somos parte de esa naturaleza que tratamos de excluir en nuestros esfuerzos por construir una mejor sociedad.

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