Talibanes se comprometen a respetar derechos de las mujeres
Este fin de semana concluyó una ronda de negociaciones en Doha, Catar, entre representantes afganos y miembros del talibán.
Las negociaciones promovidas por Alemania y Catar buscan resolver el largo conflicto que se vive en Afganistán.
La iniciativa cobra especial relevancia luego de las declaraciones de Estados Unidos donde ha manifestado su voluntad de retirarse de Afganistán, de esta forma el país americano pondría fin a una intervención que va por los 18 años, la más larga de su historia militar.
Al final de la reunión las partes hicieron una declaración conjunta donde se establecen los pasos para “una hoja de ruta” que desmonte el conflicto. Entre los puntos acordados está un proceso de paz monitoreado por organismos internacionales, el regreso de todos los que han sido desplazados por la guerra y la no intervención de potencias extranjeras en Afganistán.
En el documento se incorporó un apartado donde prometen respetar los derechos de la mujer. Este último punto es una de las condiciones esenciales para poder hacer sostenible la paz.
Sin embargo, hay muchas suspicacias de parte de grupos defensores de los derechos humanos porque señalan que la promesa de respetar los derechos femeninos solo aparece en las versiones del documento publicadas en Inglés y Farsi, en cambio, en la versión publicada en el idioma que hablan mayoritariamente los talibanes, que es el Pastún, no aparece la mención de los derechos.
Por otra parte, aún cuando los talibanes dicen que sí van a respetar los derechos de las mujeres, insisten en que esto se hará en atención a los valores del Islam, lo que puede ser interpretado de muchas formas dependiendo del grado de radicalidad del grupo islámico que lo esté aplicando.
Los motivos para la desconfianza no son gratuitos, cuando el talibán llegó al poder, entre 1996 y el 2001, el mundo pudo ser testigo de los tratos crueles y despiadados dirigidos hacia el sexo femenino. Practicas como la lapidación y asesinatos por honor eran frecuentes. Además las mujeres tenían prohibido recibir educación escolar, desplazarse solas y debían llevar permanentemente la burka.
En las regiones que controla el talibán en la actualidad (casi la mitad del territorio afgano) el trato hacia la mujer sigue siendo violatorio de la integridad de la persona, aún cuando se ha permitido el acceso de las niñas a la escuela primaria, estas están separadas de los varones y reciben la formación con un currículo distinto. De igual modo se siguen manteniendo las flagelaciones y las lapidaciones.
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