Los Caballos, buenos compañeros

Observamos por la ventana a esta pareja de caballos y pasaron varias horas de pie; sin embargo, se veían en una posición semi- relajada; nos preguntamos si acaso dormían de pie. Nuestros amigos los caballos, son las curiosidades de nuestro compartir, ¡bienvenidos apreciados Steemians!

En el blog -ventadecaballos.es- nos aclararon esta inquietud: -al igual que ciertos mamíferos los caballos pueden dormitar de pie, estando alerta a los depredadores, que siempre han tenido; sobre todo en las campañas de guerra, estos ejemplares y buenos amigos, se acostumbraron a estar alerta ante los peligros, tanto para ellos, como para sus amigos, o quienes los montaran en esos momentos.

Un caballo de pie es motivo de supervivencia, él intuye y avisa sobre posibles peligros. En la imagen observamos a Napoleón en uno de sus 129 ejemplares que dicen que tuvo; él como gran conquistador y guerrero siempre tuvo un caballo, como amigo y compañero fiel; quizás sea árabe, pues fueron sus predilectos, criados y traídos de Egipto; le escogían animales más bien pequeños; pues la contextura física del emperador no daba para montar los pura sangre.

Debido a que resultaron buenos vigías, los ejércitos los adaptaron para sus travesías y guerras, Ellos desarrollan un instinto de alertidad, y logran descansar sus patas traseras, relajando tendones y músculos; logran conciliar ligeras horas de sueño. Sólo cuando se ven en un establo o bien acompañados, logran tumbarse y tener un sueño profundo; cada ejemplar adopta la posición que más le guste.

Nuestros queridos amigos los caballos también son protagonistas en las sagradas escrituras de la biblia; dice el abuelo de la playa que es prudente observar y escuchar, acerca de lo que tal vez sucederá, quizás no para detener los hechos; si no para posesionarnos mejor, tanto mental, como anímicamente.

El gran estratega y conquistador francés, mostró respeto por las escrituras y dio su justa advertencia de observarlas; él al igual que Jesuscristo el salvador, escogieron los caballos como amigos y siervos. Los creyentes sabemos que los equinos surcaran nuestros cielos, en el día venidero.

Al igual que Don Quijote montando su Rocinante, siempre lo ensalzó, como buen compañero en todas las tareas y en todos los campos de labor; por eso y más apreciémoslos y si los tenemos, démosles buen abrigo y buena vida.