El rey "pies sucios" (continuación) Por G. J. Villegas

Los nobles del reino dijeron al rey que para ellos no era posible acatar su orden. Podían andar descalzos, pero no estaban dispuestos a llenarse de lodo los pies.

Alegaron que el problema del lodo era que al principio este era líquido y suave, pero luego al secarse, se pondría duro y quebradizo. Les lastimaría la piel y podrían enfermarse. Realmente lo que esperaban con esto era diferenciarse de la gente común porque sus pies descalzos se verían limpios mientras que los de los demás no.

El rey aceptó la propuesta de los nobles, pero ordenó que los que no llevaran los pies llenos de lodo, tenían que dejarse crecer las uñas y no lavarse los pies más que una vez al mes.

A todos les extrañaba la insistencia del monarca por los pies sucios. No entendían el por qué de su curioso decreto real.

Como último recurso, pidieron a una hermosa condesa de la que el rey estaba enamorado y con la que esperaba casarse pronto, que le pidiera que olvidara todo este asunto. Ella fue rápidamente al palacio para entrevistarse con su amado y convencerlo de cambiar de opinión.

Terminó mi tiempo por hoy, espero que alguno de los temas futuros del proyecto freewrite permitan terminar la historia del rey pies sucios…”

Mira el comienzo de esta historia aquí: El rey "pies sucios" y su decreto