¿Qué ves cuando entras por una puerta?

Cuando entro por una puerta... suelo sentir el olor del ambiente. Si alguien está cocinando o limpiando el lugar. Puedo oler a algunos de los presentes en el sitio, si llevan un perfume costoso o varios días sin darse un baño. Puedo oler si hay flores naturales adornando en un florero o si alguna mascota vive allí

Puedo sentir si el piso es áspero o muy liso, si es de concreto, madera o mármol fino. Puedo sentir de que están hechas las paredes, si de madera u hormigón. Puedo sentir la temperatura, si hace frio o si el lugar es caluroso, si cae la lluvia o el Sol brilla con fuerza.

Puedo oír las voces distantes, también las voces cercanas. Reconocer a quien está cerca, a quién viene a saludar. Puedo oír el rechinar de la puerta, la corriente de aire que se cuela por las hendiduras.

A veces siento que hasta oigo la felicidad o la tristeza, la amargura o el amor.

Desde que perdí la vista, esa es mi experiencia cada vez que atravieso una puerta. Mis ojos ya no sirven para ver, en cambio tengo otros sentidos.

Entonces, cuando atravieso una puerta, ¿qué puedo ver si estoy ciego?... Puedo verlo… todo.

”Hay más de una forma de ver las cosas”