El diccionario: objetividad y subjetividad del mundo
En la inclusión o falta de una palabra en el diccionario está involucrada la selección, que responde a la ideología, el punto de vista, la visión del mundo del que hace el diccionario. No obstante, una interpretación personal por parte del redactor del diccionario puede presentarse como un contenido, a veces inevitable, del propio conocimiento del lexicógrafo utilizado a la hora de definir una unidad léxica, que sobrepasa el criterio de generalidad que debe privar en el corpus.
La selección del léxico recogido en el campo supone, en primera instancia, una organización macroestructural de la información a ser descrita, lo que se traduce en la adopción de criterios científicos e ideológicos. La información debe ser descrita en base a criterios científicos de carácter objetivo, pero que en la práctica se solapa lo ideológico que involucra a la selección misma. La interpretación personal por parte del redactor del diccionario puede presentarse como un contenido, a veces inevitable, del propio conocimiento del lexicógrafo utilizado a la hora de definir una unidad léxica, que puede sobrepasar el criterio de generalidad que debe privar en el corpus.
A esto hay que añadirle el ingrediente idiolectal y sociolectal del propio investigador y su equipo de creadores y redactores de la obra lexicográfica, lo que implica, muchas e inevitables veces que el diccionario esté condicionado con informaciones mediatizadas, ideologizadas y hasta manipuladoras, a pesar de que el autor del diccionario busca la objetividad y la sistematicidad científicas, haciendo peso la visión particular del autor de la obra lexicográfica, que podría adquirir un contrapeso ideológico significativo.
Las huellas personales que deja a lo largo de la obra el lexicógrafo se nos muestran, precisamente, en el mecanismo de selección y descripción del léxico, manifestadas en las definiciones e interpretaciones de los vocablos, sobre todo en aquellas expresiones consideradas de carácter restringido, utilizadas en ciertas situaciones comunicativas, usos culturales de contenidos racistas, de intolerancia social, lingüísticos, históricos, sexuales o sexistas, religiosos, políticos o de otra índole.
El sistema de marcaciones adoptado y la referencia a los contextos en función del uso social en que los signos se utilizan, también juegan un papel importante. La ausencia o presencia de las marcas representan, entonces, la manifestación de un contenido implícito ideologizante. La marca pone de manifiesto un criterio limitante en cuanto al uso o intención de esa palabra, marcada, por ejemplo, como coloquial, jergal, vulgar, familiar, figurada, restringida, eufemística, indecente u otras categorías semejantes. El hecho de que la marca no esté expresada significa que el vocablo se ubica dentro de la norma general de los hablantes del idioma español.
Un ejemplo notable de los contenidos ideologizantes implícitos en las definiciones lexicográficas lo encontramos en el Diccionario de voces y frases cubanas de Esteban Pichardo, de 1836. Se encuentran definiciones contentivas de expresiones de valor despreciativo y discriminatorio hacia una cultura, etnia o comunidad determinada, definidas con una aparente objetividad. Veamos algunas:
Definición de las voces:
Caballero: Fórmula de tratamiento que se da la Gente de Color (libre) a los blancos decentes.
En esta definición se plantea el contraste entre blancos y negros, convertidos estos en “gente” con la inclusión entre paréntesis de la palabra “libres” bajo el eufemismo de “gente de color”, mientras a los blancos como se les cataloga como“decentes”. Es decir, si no son libres no son gente.
Alzado: El animal o esclavo que se alza.
En este caso, el esclavo se equipara con un animal.
Dos definiciones más, con evidentes palabras de intención discriminatoria o peyorativa:
Carángano: El piojo muy grande, que suelen tener algunos negros, marineros o gentualla.
Culona: La negra que tiene las nalgas muy abultadas.
(Pérez, 2000, p. 51).
Con estos pocos ejemplos y otros contenidos más, que serían largos de enumerar, se pone de manifiesto la intención ideologizante de los contenidos presentes en los discursos diccionariológicos, actuando asimismo factores culturales, morales, políticos, sociales y aun personales o individuales que nos muestran una visión del mundo y que la vez nos define la naturaleza del diccionario.
REFERENCIAS Y FUENTES DE IMÁGENES:
Fuente imagen 1
Fuente imagen 2
Fuente imagen 3
Parte del contenido de este post se origina de mi blog personal de Electiva I de Lexicografía Histórica, el cual puede ser consultado en:
http://uclamaestriahistoria.blogspot.com/2011/02/comprension-etnografica-de-los.html
Pérez, F. (2000). Diccionarios, discursos etnográficos, universos léxicos. Propuestas teóricas para la comprensión cultural de los diccionarios. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello.
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