Buenas noches para todos. Hoy escribí sobre la pedagogía como ciencia de la educación. Es realmente un tema muy interesante.

Varios años de investigaciones sobre la educación y el paradigma emergente han llegado a la conclusión de que ambos están presentes en suficientes aspectos de la vida como para pre-determinarlos y/o acotarlas al ámbito escolar.

Fuente

Lejos de pretender conectar el hecho educativo con la escolarización y con la escuela; debemos sacarlo a la luz y comprender su potencialidad creadora, transformadora e iluminadora de realidades. Por ejemplo, durante mucho tiempo, según Illich (1985), por años hemos buscado en la educación las respuestas a muchas preguntas, vinculándola como un continuo del proceso de creación de relaciones posibles entre los hombres; como el proceso de recuperación de las funciones humanizadoras, no sólo del entorno escolar.

Por otra parte, hemos pensado que las reformas en torno a la educación van a impulsar el progreso del mundo en todos los ámbitos. Autores como Maturana y Morín, por ejemplo, piensan que el cambio educacional que requerimos no sólo debe responder a la implementación de una reforma de la escuela, los planes, los programas y el currículo, sino que es mucho más profunda en su filosofía.

Ellos aseveran que lo que se debe hacer al pensar en la educación y su relación con otras ciencias es desescolarizarla. Superar la premisa de conectar la educación a la pedagogía. Redundando en un modelo y en una concepción de la educación acotada y reducida.

Esto significa descartar los estándares, modificar paradigmáticamente el sentido que sobre el hecho educativo tiene la educación. Este cambio implica una cosmovisión radical ante nuestras concepciones, valores, referencias y relaciones.
Pensar en la educación desde la escuela es superficializarla; mientras pensarla como referente que se despliega en diferentes ciencias es rescatar su extraordinaria complejidad.

Fuente

En tal sentido es un error epistemológico pensar la educación ligada a la escuela y al estudiante.
Desde la educación, como creadora de nuevas relaciones posibles, podemos asumir los planteamientos de la postmodernidad. El diálogo histórico, a nuestro entender, nos insta a pensar en nuevas maneras de mirar los textos, de insertar los textos dentro de los discursos y de relacionarlos con los contextos, como lo indica Hayden White.

En definitiva, nos induce a cuestionarnos nuevamente nuestras prácticas y ello siempre es favorable para el avance de cualquier disciplina. En palabras de Machado (2000) “repensar lo pensado”, “desaber lo sabido” y “dudar de la propia duda” es el único modo de empezar a creer en algo.

El discurso de la postmodernidad nos seduce a pensar el pasado en términos de encrucijadas a partir de las cuales son posibles diversas opciones, evitando admitir sin discusión que la fórmula que se impuso en determinado momento era la única posible.

En este orden de ideas se viene desarrollando desde el currículum una tendencia de preceptos didácticos que han determinado una nueva disciplina científica en torno al hecho educativo, curricología o curricultología; esto plantea la necesidad epistemológica de analizar cuál es el papel central que juega la didáctica general y específica en el proceso pedagógico, ya que a través de ella se coordina la acción instructiva enseñanza-aprendizaje con la acción educativa que hace de la escuela sea escenario integral para la formación de los estudiantes.

Fuente

Todo lo anterior nos señala cómo la idea de pedagogía científica nutrió la idea de ciencia de la educación; inclusive dentro de una concepción y aplicación dinámica en la didáctica. Para ese momento se comenzó a levantar una estructura teórica alrededor de la ciencia de la educación.

No obstante, esta noción nunca se sostuvo a sí misma como para da fuerza al término pedagogía o pedagógico. Por una parte, en la literatura se observa un uso indiferenciado de los términos. Por ejemplo, se usa investigación pedagógica o educativa. Por lo que se está a la búsqueda de un término sustituto para la pedagogía que la caracterice mejor como la ciencia de la educación.

No hay duda que la complejidad del hecho pedagógico rebasa toda posibilidad de análisis que brinda la ciencia de la educación. De esta forma, por medio de otras ciencias, dividiendo su objeto de estudio en partes, se ha logrado una aproximación al conocimiento científico de la educación.

Así se derivan las Ciencias de la Educación, expresando de esta forma la pluridisciplinariedad en el ámbito de la investigación pedagógica. Mialaret (1966) ofrece una visión muy acertada sobre el recorrido en la historia de la pedagogía hacia las ciencias de la educación.

Referencias.

Fuente: Ciencias de la educación (Mialaret)

Fuente: Ciencias de la educación.

Fuente