La Piscina de las Adversidades en Efil // Relato One-Shot Original

in #cervantes5 years ago (edited)

¡Buenas ^^!, como ya terminé la primera historia de Arina, me permití un pequeño descanso. He estado pensando sobre el rumbo de mi blog y creo que la literatura ha llegado para quedarse.

Aún estoy preparando la segunda historia de Arina, hoy traigo un one-shot (historia de un solo capítulo) que he hecho a partir de un sueño que he tenido la semana pasada. Sin más dilación disfrútenla.

Era pleno verano en nuestro pequeño pueblo Efil. El sonido de las cigarras, la cálida brisa estival, las risas de la juventud, diversidad de gente, bebidas, música, toallas, sombrillas, amacas, el verde césped, el sol abrasador y yo, allí, inmóvil de pie en el borde de la piscina.

Era grande, de cerámica con borde de piedra, de las que bajas unos peldaños y por cada paso que das hay más profundidad. El fondo tenía un bonito mosáico con colores azules y un sol abstracto amarillo.

— ¡Salta! — decía desde el otro lado de la piscina una preciosa chica rubia y atlética en un bikini rojo que no dejaba nada a la imaginación.

Se llamaba Emily, tenía veintiuna primaveras y unos papis ricachones. No le iba a faltar nada en su vida. Ella era toda una reconocida atletista, había ganado muchos premios para su corta carrera, desde muy pequeña corría casi todos los días.

— No, no — dije aun sabiendo que no escucharía desde allí, haciendo gestos de negación con las manos.

La chica se encogió de hombros y me sonrió, con cuidado acercó un pié al agua, se tapó la nariz con una mano y dió un pequeño saltito al agua, apenas me salpicó.

Cuando volvió a la superficie parecía faltarle el aire y tenía mala cara, salió a duras penas gracias a su amiga, ella se tumbó en el césped y la otra chica la abanicó, al parecer era un simple mareo. Otras chicas se quedaron mirándola y riéndose. No me caía bien la chica mareada, pero esas idiotas me asqueaban.

Aproveché que no había nadie bañándose y que la atención estaba puesta en la chica mareada. Corrí por el borde para llegar a los escalones de la piscina, no quise tirarme por la impresión del agua de golpe. De repente mis piernas flojearon y me empezaron a doler muchos, me mareé, cerré los ojos y por un instante escuché risas de mujeres, seguramente de las tontas de antes, respiré hondo y el dolor fue desapareciendo como por arte de magia.

— ¡Eh, retrasado! no corras, que te vas a caer y vas a perder las pocas neuronas que te quedan

Esa persona tan agradable era Fernando, un gran capullo, no entiendo como a la gente le podía caer bien una persona tan falsa. Delante de los profesores y de la gente parecía simpático, pero luego a espaldas de los demás habla mal de todos y se mete con mucha gente.

— Hola — Me agarra de los hombros y me dice — Tranquilo, yo te tiro al agua gratis — se rie con su cara maligna.

— No gracias — me intento liberar — déjame, no quiero tirarme — pero no me escuchaba, solo quería joderme.

Aún tenía las piernas flojas, por lo que tuve que flexionar la rodilla y entonces él quedó en posición perfecta para que le lanzara, no me lo pensé y le tiré sin más.

Por un momento me sentí muy bien, pero volvió el mareo. Lo primero que me vino a la cabeza fue la policía llevándose a un hombre y luego cientos de personas saludándome, alabándome y otros que tenían miedo de mí, me sentí vacío.

Miré a Fernando para asegurarme de que estuviera bien y pedirle perdón, pero él enfadado salió corriendo de allí para ir a por mi. Sus amigos lo agarraron riéndose a carcajadas. — ¡Esa basura te ha tirado, jajaja! Déjale anda, ya le petaremos cuando te calmes, ¡ahora vamos a beber cervezas!.

Mi corazón iba a mil, debí haberme dejado tirar, ahora sería peor, ya me veo con la cara en el suelo... Miré mi reflejo en el agua, mi reflejo lloraba triste, pero yo no derramé ni una lágrima. Cerré los ojos y volví a mirar al reflejo, este ahora estaba normal, sin embargo el mosaico del fondo ahora era una rosa con espinas. ¿No era un sol?, quizá me confundí y el mareo me estaba causando alucinaciones... O quizá era el humo de un grupito de chicos que estaban fumando porros de maría.

Esta vez andé a la escalera, dí unos pasos adentrándome en la pileta.

— Oye, ¡no entres ahí!. — era la chica que tuvo el mareo.

— Creo que algo le pasa al agua, cuando entré se volvió pesada y me costó salir, me afixiaba, quizá le echaron demasiado cloro.

— Gra-gracias.

No supe que decirle, quería meterme, así que esperé a que se fuera sentado en un escalón. Ella con cara disgustada me comentó — Umm, estaré por ahí si te apetece beber algo — y se fue.

Esperé unos minutos, mirándo hacia el cielo, buscándole formas a las nubes, una de ellas me recordaba a una chica que me gusta.

Una mano me tocó el hombro desde atrás, me asustó, miré atrás y era ella. Como si me hubiera leído el pensamiento.

— ¿No te bañas?

su voz era delicada y dulce como su nombre, Charlotte, su cara redondita resplandecía, tenía el pelo largo recogido en cola, era morena, pero con extensiones más claras. Llevaba un traje de baño oscuro, yo sabía que lo hacía porque le daba vergüenza mostrar su cuerpo a los demás. Se encontraba un poco más gordita que la última vez que la ví, aún así lucía muy bella y siempre decía que era feliz así. Si ella era feliz, yo también era feliz. Muy feliz.

— Esto... hola. Está un poco fría — Me temblaba la voz cada vez que estaba a su lado y no me salían las palabras.

— ¡Oh, venga ya, está estupenda, vamos!

Me agarró el brazo y nos zambullimos juntos en la piscina. Nadamos un rato juntos, por unos instantes todo el mundo, todo el ruido, las penas, los problemas, todo desapareció y solo existía ella para mí.

— ¿Jugamos a ver quien aguanta más tiempo bajo el agua? — acepté de inmediato.

— Yo empiezo — tomó aire y se metió bajo el agua, yo no llevaba reloj, así que conté mentalmente. Uno, dos...

Setenta y cuatro, setenta y cinco..., — whoa, si que aguanta — pensé.

Yo no podía hacer tanto. El mareo volvió, esta vez vi a mucha gente de todo tipo señalándome con el dedo, riéndose, burlándose y llamándome gorda. Me sentí horrible, incluso sentía que quería morir. El mareo me pegó más fuerte y una alucinación se volvió muy real. Éramos ella y yo mayores en una boda. Se sintió cálido, pero de pronto me vi a mi mismo solo y una tumba con su nombre.

En ese momento volví a la realidad, asustado dejé de contar y buceé para decirle que subiera ya, cuando abrí los ojos bajo el agua, todo se veía rojo, apenas ví un brazo de ella, tenía un corte en la muñeca, ¿acaso...? La jalé del brazo y la subí, todo se tornó oscuro, era una noche sin luna y la piscina ahora era un mar sin tierra a la vista.

La luz de un foco iluminó la zona. Ella tenía la piel pálida, los labios amarillos y los ojos en blanco.

— ¡Déspierta, vamos, no te mueras, no quiero estar sin tí, quiero vivir mi vida contigo!

— ¿No crees que es tarde?

Observé alrededor y vi a alguien nadando, no pude distinguir su cara a esa ditancia.

— ¡No, sigue viva, pide ayuda por favor!

Miré a Charlotte y cuando levanté la vista, ahora había mucha más gente nadando, apenas se les veía la cara pero sus expresiones parecían de tristeza.

Todos me señalaban con el dedo. — Eres patético, murió por tu culpa, llegaste tarde

Era horrible, pero tenían razón.

Alguien andaba por la superficie del agua y se acercó a mi, cuando se le iluminó la cara le reconocí perfectamente, era yo mismo.

— Deja de perder el tiempo, sé tu mismo, disfruta la vida y nada mucho, no importa cual sea el problema u obstáculo, no te dejes hundir en el agua o te ahogarás. ¡Nada y se feliz!, ahora...

Despierta

Algo me jaló por debajo del agua, unas manos agarraron a charlotte, eran muchas, las traté de golpear pero por abajo me jalaban a mi también, tomé aire ya que tenían mucha fuerza, se apagó la luz y me hundieron, luché para librarme de las manos, pero cada vez eran más fuertes, me quedé sin aire, iba a morir — ¡Charlotte!, char...

¡Pipipi pí, pipipi pí!

Me levanté sobresaltado en mi cama, tuve una pesadilla horrible, demasiado real y asfixiante. Me senté al borde de la cama, apagué el despertador del móvil y me quedé un rato reflexionando, estaba solo, me costaba hacer amigos y no me atrevía a ser algo más que amigos con la chica que me gustaba. No quería vivir así.

Agarré fuerte las sábanas de mi cama y tomé una decisión. Estava nervioso por la fiesta en la piscina, quizá por eso soñé con ella, pero ahora estaba listo para abrirme un poco más a los demás y ser yo mismo.

Le envié un mensaje a Charlotte, preguntándole si quería que la recogiese para ir a la fiesta, tenía muchos nervios, no podía esperar a que me respondiera e iba a buscar su número para llamarla, pero se conectó y muy rápido dijo que sí, que le encantaría. Me preparé, tomé lo justo y necesario y antes de salir llamé a Emily, tenía su teléfono desde hacía dos años, que estábamos en la misma clase, por suerte no había cambiado de número...

— Hola Emily soy Manu, estudiamos juntos hace dos años.

— Oh, hola Manu, ¡cuánto tiempo sin saber de tí!, ¿qué tal te ha ido?

— Bien, bien, bueno, he engordado unos kilillos.

— Jajaja, bueno, si necesitas algunos consejos yo te puedo ayudar.

— Oye Emily, perdona que te lo pregunte así de repente pero... ¿Disfrutas corriendo?

— Mmm, Esa... esa es una pregunta un tanto compleja, quizás te diga otro día, ¿necesitas algo?, tengo un poco de prisa voy a salir.

— ¿Tú también vas a la fiesta verdad?

— Sí, vaya, si te veo hablaré un rato contigo y te contaré lo si disfruto corriendo, ¿vale?

— Ok, nos vemos.

Me quedé más tranquilo y salí a recoger a Charlotte.

Unas horas más tarde...

Estuve todo el rato con Charlotte y no me separé de ella, nunca nos habíamos reído tanto. Vi a Emily sola apoyada en una pared, bebiendo, parecía triste.

— Ven Charlotte, te presentaré a una amiga — me acompañó.

— ¿Qué tal, Emily?, le dí dos besos y le presenté a Charlotte.

Un rato más tarde nos quedamos a solas.

— No

— ¿Disculpa?

— No disfruto en atletísmo.

Se hizo el silencio un monento.

— Si me gusta, adoro correr, pero la presión de mis padres y de la gente para que gane siempre, es un asco, mis piernas no resisten más corriendo todos los días, voy a dejar el atletismo profesional y voy a correr solo por mi.

— Está bien Emily, si me dejas iré contigo de vez en cuando.

Asintió con la cabeza y le di un abrazo.

— Vente, vamos a bañarnos en la piscina.

Ella vino, le dije que me esperara con Charlotte que tenía algo que hacer. Agarré una cerveza fría, busqué vasos y algo para mí y paseé por el lugar hasta que le vi, estaba sentado a solas. Agarré una silla y me senté con él.

— ¿Te apetece una cervecita? Fernando. — él me miró sorprendido.

— Sí, gracias.

Estuvimos un rato hablando tonterías, era tan desagradable como siempre, buscaba la manera de hacerme daño con palabras para luego pegarme. Pero esta vez no sería así. Le empezaron a sonar las tripas.

— Bueno Fernandito, ten cuidado con quien te metes o de verdad acabarás mal y solo.

— Tengo que irme. — se fue con mala cara sudorosa corriendo al baño, al parecer el laxante que le eché en la cerveza ya le hacía efecto y yo tranquilamente me fui a la piscina donde Charlotte y Emily nadaban juntas y risueñas. Me alegré mucho de que se cayeran bien.

— ¡Vamos salta!, ¡está muy buena el agua vamos! — me llamaban.

Me puse delante de los escalones y tomé aire. Esta vez el mosaico, el verdadero mosaico, era un corazón. En el agua delante de mi se posó una libélula.

— ¡Salta ya!

Todo iba tan bien, tenía miedo de perderlo todo. Pero no me iba a quedar quieto o llorando, quería disfrutar. Corrí por el borde de piedra y me tiré de cabeza a lo más profundo. Siempre habrá problemas, es mejor vivir con ellos que ignorarlos.

Si les gustó la historia, sigan mi blog pinchando encima de mi nick @arkmy. Encontrarán otra historia llamada "Arina y el torneo de Steem Monsters mortal", también verán contenido variado y seguiré escribiendo historias. ¡Hasta la próxima!.

Imágenes libres editadas por mi con ayuda de la app de Canva e imágenes gratuitas.


Posteado desde mi blog personal de Wordpress SteemPress : https://arkmy.timeets.com/index.php/2019/02/12/la-piscina-de-las-adversidades-en-efil-relato-one-shot-original/


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