Y me gustó el inglés. Vivencias

in #cervantes5 years ago


Hola amigos de esta maravillosa red, hoy quiero mostrarles algunas vivencias con el aprendizaje, seguramente tú también tienes algo que contarme.

Aprender una lengua extranjera es una necesidad para cualquier persona. Las canciones, las películas, los manuales, las instrucciones de muchos productos vienen en otro idioma, la gran mayoría en inglés.

Cuando se ingresa a la etapa secundaria el inglés se convierte en una materia obligatoria. En mi caso no tenía mucha cercanía con el mismo, había unos caramelitos que se llamaban baseball y tal cual lo pronunciaba, cuando iba a comprarlos en la bodega, pero no solo yo, también las demás personas, o sea, nadie me corrigió en ese momento. Gracias a la televisión sí teníamos la pronunciación correcta de otros productos. El refresco 7up, por ejemplo, no decíamos siete up.
 
Llegué entonces al primer año de bachillerato con un bolso repleto de timidez y mis lápices y cuadernos recién comprados. Hasta ese momento había conocido solo maestras, así que el género masculino en la docencia no era bien visto, pero la lista de profesores que iban a ocuparse de mi enseñanza era más larga que la de las profesoras. Lo que me inspiró aún más desconfianza.
 
Afortunadamente, solo uno de esos especímenes resultó ser un energúmeno, el profesor de inglés. Un hombre obeso, vestido de flux y corbata, entró al salón dando órdenes y dejando en claro lo que le gustaba y lo que no. Me inspiró terror desde el primer momento, dijo que no hablaría en español y nos mostró cómo debíamos responder, saludar y despedirnos. Al pase de lista debíamos responder: present teacher my number is… y completar allí con el número en inglés, que nos había correspondido en la nómina.
 
Así en cada clase él iniciaba el pase de lista y cada uno se iba levantando de su pupitre y diciendo la coletilla, mi número era 18, y no se me hizo muy complicado, pero mi amiga era el 33, estos números donde había que colocar la lengua entre los dientes de una determinada manera, hacían pasar tormento a quien lo llevara y ante su error de pronunciación el profesor gritaba: REPEAT PLEASE, puedo recordar bien su voz y su grito, REPEE PLEEESS. Era un momento bochornoso por el propio miedo y el de los compañeros. En general las clases estaban marcadas por el autoritarismo y los gritos.
 
Le temía a esa hora de inglés, aprendí cómo se escribía y decía: techo, mesa, ventana, pizarrón, lápiz y bolígrafo, abrir y cerrar la puerta, pero aprendí también cómo no se debe enseñar ningún idioma, lo cual agradezco.
 
Una de las actividades de evaluación era entregar impecablemente, para su revisión, el cuaderno de clases; tuve que llenarlo y entregarlo de nuevo por tres oportunidades, no sé por qué se me manchaba tanto con el grafito y eso no era de su agrado. Aprobé.
 
Los profesores de segundo y tercer año fueron menos severos, a fuerza de repetición aprendíamos lo básico, pero en cuarto año entró cantando al salón David Bell, un hombre alto, parecido a Nat King Cole, que nos cautivó con su hermosa voz y una sonrisa contagiosa que nos llenaba de alegría.
 
Close to you, se llama la canción de la cual aún puedo repetir algunas de sus estrofas, porque esa tarde se dedicó a enseñárnosla, y fue la manera más hermosa de acercarnos a conocer una lengua extranjera. Con esa canción explicó los contenidos que necesitábamos. Sus clases no siempre llenas de música, fueron esperadas por mí, cambié la visión que tenía de las horas de inglés y esto dejó de ser una traba, tanto así que era la materia que quería seleccionar cuando entré a estudiar al pedagógico, pero al final me quedé con Castellano y Literatura.
 
A mis hijos, les incentivé al conocimiento de esta lengua desde que estaban pequeños, hoy en día una de ellas, @nakary, se dedica a su enseñanza.
 
De mi experiencia me gustaría resaltar que muchas veces lo que no gusta o causa rechazo tiene que ver con la forma como ha sido el primer acercamiento, pero no debemos negarnos a su aprendizaje a priori, siempre es posible acceder a ello si se cambia la estrategia, esto aplica también para el deporte, las matemáticas, la lectura, entre otras.
 

 
Más adelante les comentaré otras experiencias, este contenido es original, la imagen que no posee la fuente fue porque la elaboré en Canva, con imágenes gratuitas de pixabay.
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Excelente experiencia y enseñanza. Casualmente ayer pensaba: ─¿por qué no me pongo a estudiar inglés? y la respuesta es la misma de hace 40 años: - No me gusta, no lo entiendo, no tengo oído para ello y otras tantas respuestas similares. Por supuesto que con estas respuestas no tengo nada que buscar allí. ¿Será que comienzo a cambiar mis esquemas mentales para así cambiar mi actitud hacia este conocimiento? ... Lo pensaré. Ja,ja,ja. Gracias que buen aporte a través de la experiencia.

Nunca es tarde, eso tú lo sabes bien, mi pronunciación es de wachi wachu, pero algo comprendo en su escritura y de tanto ver películas en inglés ya entiendo cuando dicen "Oh mi Dios". ja, ja, ja. Saludos amiga, qué bueno que volvió el intercambio.

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