El título completo de esta película es Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile cuya traducción sería más o menos Extremadamente perverso, espantosamente malvado y vil pero cuyo título oficial para Latinoamérica es Ted Bundy: Durmiendo con el asesino. Se trata de una producción de Netflix que cuenta la historia real de un asesino en serie llamado Ted Bundy, quien hizo estragos en la población norteamericana a finales de los sesenta y la década de los setenta.

Dirigida por Joe Berlinger, la película cuenta con un buen elenco: Lily Collins es Elizabeth, la novia de Ted; Kaya Scodelario es Carole Ann Boone, quien llegó a ser esposa de Ted, Jim Parsons (Sheldon Cooper en The Big Bang Theory) y Haley Joel Osment (el niño de A.I. y The sixth sense) en papeles menores; y el reconocido John Malkovich, quien interpreta al juez Edward Cowart, cuyo comentario durante el juicio sobre los asesinatos de Bundy da el nombre a la película. Pero el peso del film recae sobre los hombros de Zac Efron quien debe interpretar a Ted Bundy, un papel muy diferente a lo que había hecho en sus inicios en High School Musical. Vi algunas de las primeras actuaciones que hizo en esa transición de adolescente a adulto, como 17 Again, Charlie St. Cloud, New Year's Eve (un muy buen papel menor, por cierto), The Lucky One, pero no lo veía actuar desde el drama Parkland de 2013 y esa pequeña participación en The Disaster Artist de James Franco. Por eso me llamó la atención saber que se enfrentaría al desafío de interpretar un papel protagónico tan complejo y quise ver esta cinta.

Elizabeth Kendall es una joven madre soltera que una noche conoce en un bar a un hombre encantador y atractivo: Theodore Robert Bundy. Ted la invita a bailar, se divierten, vuelven a casa de ella y tras despedirse de la niñera lo hace entrar. Ella está muy cansada como para hacer el amor con Ted (aunque esa era la intención inicial) así que solo se recuestan en la cama a dormir. Al despertar, Liz está sola en su cama y la cuna de hija está vacía. Alarmada, comienza a buscar en cada habitación hasta que llega a la cocina, en donde encuentra a su hija Molly y a Ted... con el delantal puesto, haciendo el desayuno. ¿Qué más podría pedir una mujer? Liz es una madre soltera que acaba de encontrar a un hombre atractivo y seductor que a pesar de no haberse acostado con ella se queda en casa, cuida a su hija (se ve que es bueno con los niños) y le hace el desayuno sin despertarla ¿ha encontrado Liz a su príncipe? así parece.

El tiempo avanza afianzando la relación entre los tres, Molly, Liz y Bundy, quien ahora estudia para convertirse en abogado. Un día Ted es detenido por la policía y debe pasar la noche bajo arresto. Al volver a casa le explica a Liz que todo fue un malentendido. Al parecer, la policía está tras la pista de un asesino y violador de mujeres que ha cometido crímenes atroces en varias ciudades y éste asesino se parece mucho a Ted y tiene un vehículo de la misma marca y modelo, aunque no exactamente el mismo. Comienzan entonces una serie de detenciones, testimonios y finalmente un juicio para determinar la culpabilidad de Ted. A lo largo de todo el proceso judicial, Bundy sostiene que está siendo víctima de una conspiración, de una trampa. Alega ser inocente de los crímenes que se le acusan y Elizabeth que lo conoce bien se convierte, durante años, en su más férrea defensora. Ella lo ha visto dormir, cocinar, cuidar a Molly, lo conoce como un hombre amoroso, tierno, cariñoso, responsable ¿cómo es posible que lo acusen de semejantes acciones?

Pero la policía empieza a hacer su trabajo, los detectives y el fiscal (Jim Parsons) tienen argumentos, pruebas contundentes, testimonios, que parecen indicar que Ted es culpable pero que contradicen casi todo lo que hemos visto de él y he aquí uno de los éxitos de la cinta: no nos muestra los asesinatos. En ningún momento vemos a Bundy violar, asesinar o decapitar a ninguna de sus víctimas, lo vemos como Elizabteh lo vio, en su faceta cotidiana, su lado más amable y aunque hay ciertos indicios de que ocurre algo raro, nada parece ser realmente determinante para nosotros que dudamos de su culpabilidad. El proceso, desde el juicio hasta la sentencia, se extiende durante años a lo largo de los cuales Ted, todo un personaje, sostiene su inocencia, acusa al sistema, a las autoridades, pide que atrapen al verdadero culpable para que no cometa más crímenes e incluso, insatisfecho con el trabajo de los abogados que el estado le ha proporcionado, los despide y se pone al frente de su propia defensa en lo que fue el primer juicio televisado en el país.

Secuestrador, violador, ladrón, asesino, necrófilo y sin embargo encantador, cariñoso, alegre, Ted Bundy representa un papel desafiante que Zac Efron ha conseguido interpretar con éxito. El actor debe mostrarse inocente, tranquilo, pero su mirada debe traslucir oscuridad, maldad, indiferencia, lo suficiente como para hacernos dudar en algunas situaciones. La dirección, el montaje, la música y el vestuario son aceptables, pero sin duda es la actuación de Efron lo mejor de la cinta y lo que la hace digna de ver; como prueba de ello, al final de la película se muestran videos del verdadero Ted Bundy y uno puede juzgar por sí mismo lo fiel de la actuación de Efron. Hablar de una nominación a premios importantes puede ser prematuro a causa de las fechas porque aún quedan por estrenarse muchas películas y por ver muchas actuaciones, pero de lo que he visto, esta es la mejor interpretación en toda su carrera. Si querían ver un Zac Efron adulto, haciendo un papel serio, aquí lo tienen.

A pesar de haber defendido a Ted durante años, es la misma Elizabeth Kendall (la verdadera) la que nos cuenta esta historia en su libro The Phantom Prince: My Life with Ted Bundy (El príncipe fantasma: Mi vida con Ted Bundy), memorias en las que se basó Michael Werwie para escribir el guión de la película. Se trata de una historia de intriga, de sospecha, con elementos propios de los thrillers y las novelas policíacas (investigaciones, crímenes, juicios), pero con un agregado emocional aportado por la relación entre Liz y Ted que nos hace preguntarnos qué tanto, o qué tan poco, podemos llegar a conocer a una persona ¿es realmente quien creo que es? la inseguridad y la desconfianza enfrentándose al amor, las dudas de la razón contra la fidelidad del corazón, Elizabeth debió superar todo eso para afrontar, con horror, la verdad. Una buena opción para los fanáticos de los thrillers, de Zac Efron, de las películas biográficas y sobre todo, para los usuarios de Netflix que la tienen disponible en la plataforma.