Granja Biocontacto | Fotos🐻

Visitar el Parque Biocontacto en la ciudad de Mérida es percibir una experiencia extraordinaria, (podrán imaginar mi cara de felicidad) por la sensación que se tiene de estar en un safari, donde los animales los tienen interactuando con todos los visitantes. Es increíble ver cómo los niños juegan con ellos, los acarician, se les montan en el lomo a los caballos enanos, juegan con las culebras, lo más sorprendente es que todos los animales que están en este espacio han sido rescatados por el tráfico de animales exóticos (ilegal) hacia los países vecinos, entre estos encontramos a las Guacamayas. También muchos de ellos permanecen allí por el hecho de que sus dueños no pueden ofrecerles una mejor calidad de vida y deciden darlos en adopción a la granja.

Todos los animales que conviven en ese lugar, están por su propia voluntad, las Guacamayas que aun con su capacidad de volar esperan hasta la noche para ser guardadas, mientras que durante el día ellos las dejan libremente (entre todas las guacamayas ella es la única que no vuela por no conocer su habilidad en hacerlo).

A medida que iba caminando por la granja, me iba compenetrando con la belleza del paisaje andino y lo exuberante de su follaje, que hizo que me olvidara del mundo urbano y me liberara de tal toxicidad.

Entre los animales encontramos: dos llamas del altiplano de los andes, avestruces, ovejos, caballos y burros enanos, patos, gansos, una gran variedad de gallinas, faisanes, tucanes, el águila real del páramo, el cóndor andino, loros, guacamayas y culebras, son algunas de las especies de animales que se encuentran en resguardo (la llama contándome un chisme).

Ella se llama limón y a pesar de verse muy amistosa no quise tocarla, me daba mucho miedo pero le hice la respectiva sesión fotográfica (ella también lo merece).