Amigos de Steemit, como saben hace unos días regresé del Camino de Santiago fue una experiencia intensa que hay que vivirla para poderla entender. Aquí trataré de comentar cómo fue cambiando la perspectiva día a día.

Antes de…

Muchas dudas rondaban nuestra preparación para este viaje hacia el centro de nosotros mismos.

¿Por qué lo hacemos?

Creo a que cada uno tiene sus propias razones, algunas religiosas otras espirituales todas válidas para reencontrarnos con nosotros mismos. El momento de decidir recorrer el camino es muy particular.
Hay chicos jóvenes que cantan y bromean cuando pasan a nuestro lado.

Adultos mayores que caminan solos sumidos en sus propios pensamientos.
Personas que sonríen otros que lloran. Al final del recorrido ya no serán los mismos todos habrán cambiado y esa es una sensación que aún no logro explicar.

 

 

Primer día
Llenos de optimismo y sin saber lo que nos íbamos a encontrar emprendimos la primera parte del camino.

Comenzamos por caminos boscosos dejando atrás casas de piedra, cementerios y ermitas pueblos llenos de historia para recorrer la primera etapa del recorrido que sería de unos 22Km

(Al final resultaron ser 27Km y caminamos durante 8 horas)

Empezó con muchos desniveles y paisajes muy verdes, árboles inmensos en un bosque montañoso y luego caminos bordeados de árboles frutales.

 

Me sentí en una especie de paraíso y a ratos en espacios llenos de obstáculos como cuando hubo que bajar un sendero lleno de hojarasca y pequeñas piedras. En ese momento comencé a hacer analogías con la vida. Un solo día y los paisajes cambiaban tal cual nuestro estado de ánimo a medida que nos invadía el cansancio.

Los dolores en los pies y las rodillas se volvían insoportables y en más de una ocasión todos pusimos en duda la continuidad del proyecto para el siguiente día.
El peso del fardo en la espalda y la meta que no aparecía al alcance de nuestra visión. Al final un puente que cruza el río Miño y Portomarín frente a nosotros.
Los paisajes me impactaron las flores que se ibamos encontrando a nuestro paso eran una verdadera belleza, una explosión de color llena de pinceladas.


Los peregrinos no olvidamos este lugar tan emblemático porque para entrar al pueblo debes subir la escalinata medieval que forma parte del puente que perteneció al primer Portomarín y que conduce al casco de la ciudad nueva con apenas 50 años de fundada ya que la antigua fue sepultada bajo las aguas al crear el embalse Belasar.

Los habitantes salvaron también su iglesia transportando piedra por piedra y numerandolas para volverla a levantar en el nuevo Portomarín.

En ese momento la escalera me pareció una broma de mal gusto, literalmente no podía dar un paso más y para entrar al pueblo había que subir más de 40 escalones de piedra.

Después de un buen baño ya estábamos listos para salir a celebrar el primer día de camino y una pequeña parte de la historia contada.
Comimos un poco descontroladamente, reímos, y después de descansar profundamente estuvimos listos y llenos de fuerza para emprender el segundo día.

Visitamos algunas zonas del pueblo y decidimos continuar. Nos esperaba un largo trayecto hasta Palas de Rei, segunda etapa de las cinco que nos habíamos planteado para alcanzar Santiago de Compostela.

 

Pronto iré colocando las otras etapas para que puedan darse cuenta como se percibe desde el punto de vista del peregrino

 
Todas las imágenes del camino son de mi propiedad y fueron tomadas a través de mi teléfono. Iphone X

Te invito a descubrir otras entradas relativas al camino en las siguientes publicaciones

Compartir el camino
Algunas flores del camino
Una sorpresa en el camino

 

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