YA NO AGUANTO MÁS!
¡Ya no aguanto más esta situación!
Eran las palabras de Leonardo Rey, un hombre de 40 años cuyo negocio y matrimonio estaban a punto de colapsar. A pesar de sus esfuerzos, no conseguía la solución a sus conflictos. Un día, después de pensarlo my bien, este hombre decidió acabar con su existencia lanzándose del cuarto piso del edificio donde residía. Pensó que así pondría fin a sus preocupaciones. ¡Hasta dónde lleva la desesperación y el dolor del ser humano al ver cómo empeoran las dificultades y cómo se agudiza la preocupación con el paso de los días!
Lo triste de esta historia no es sólo el hecho de que se haya perdido una vida, sino también, el haber dejado a sus hijos con problemas aún más graves. Casos como éste se cuentan por miles en todo el mundo. Hombres y mujeres que ven caer su vida en picada por alguna situación que escapó de su control.
El camino de la vida está lleno de altibajos. Todos pasamos por momentos difíciles, no sólo una, sino muchas veces; Y cuando parece que se amontonan los problemas, viene la desesperación, y muchos no resisten la carga. La vida sin Dios se hace más dura. El negarle al Señor la oportunidad de ayudar le ha costado a la humanidad muchos dolores y lágrimas. Si el hombre mirara hacia el cielo más a menudo y clamara en entrega sincera al dueño del universo, con toda seguridad encontraría la respuesta y paz para su alma.
Dios promete dar descanso a aquellos que se acercan a Él pidiendo su ayuda. En 1 de Pedro encontramos: 5:7 “Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros” No creas que Dios no sabe de tu existencia y del momento difícil que estés pasando ahora. No pienses que está tan lejos para no escucharte. ¡Habla con Él! cuéntale tus problemas, y sobre todo, déjalo entrar a tu vida. El que creó el cielo y la tierra con su palabra no te dejará solo. Dios puede restaurar tu vida si tú le permites entrar en tu corazón. Él desea ser tu señor y protector, tu guía en momentos difíciles. Jesucristo dijo: “…En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo” .
