Basta de Castigarnos por el Pasado

Hemos sido condicionados desde que nacemos a retener nuestros defectos y errores de dos maneras, mediante el ejemplo y mediante la confrontación, la peor parte de la situación, sin embargo, es que no dejamos que nada se vaya, retenemos todo este veneno emocional y agregamos lo nuevo, entonces, la próxima vez que suceda algo, tenemos que volver a revisarlo todo nuevamente, el ciclo continúa, porque tenemos grandes recuerdos y conciencias, cometimos un error, nos juzgamos a nosotros mismos, nos encontramos culpables y nos castigamos a nosotros mismos, no es raro que pasemos por nuestras vidas sintiéndonos a la defensiva, culpables e inseguros.

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Sin embargo, podemos tomar el control de nuestras vidas y detener este doloroso ciclo, el proceso no es difícil, pero al principio será inquietante y requerirá algún ajuste, experimentamos esta incomodidad a medida que nos rebelamos contra lo que hemos aprendido y nos acostumbramos a nuestras vidas, sin embargo, cuanto más arraigada se vuelva nuestra solución, mayor será la comodidad que sintamos, reconoce el error, esto no solo nos calma sino que nos da algo de poder sobre la situación, si no es culpa nuestra, no podemos tomar medidas para corregir la situación, al aceptar la responsabilidad de una situación, nos hacemos capaces de responder.

Analiza la situación podría haber sido un malentendido, podría haber sido una omisión, etc, cualquiera sea la fuente del problema, necesitamos identificarlo de la manera más clara posible, toma medidas para que despues de la solución, evitar que se repita el mismo error, u otro muy similar, eso permite soltar nuestra desilusión, culpa, miedo, etc.

Sigue adelante, esto es más difícil de lo que parece, sin embargo, nuestra preparación anterior nos ha llevado a una posición en la podemos decirnos que sabemos lo que sucedió, que no nos gusta lo que sucedió, y que hemos resuelto el problema que llevó a que ocurriera, a asumir tanto la responsabilidad como la acción, creamos una combinación que nos permite, con un poco de disciplina, vivir en el presente y no repetir el pasado.

Si nos encontramos tratando de repetir un error del pasado, es importante detenerse, ver lo que estamos haciendo, identificar el problema y solucionarlo, para evitar que ese problema se repita, concentrarnos en algunos casos en los que nuestra solución haya tenido resultados positivos, a medida que nos entrenemos, nos sorprenderá gratamente encontrar esto más fácil de lograr.

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