En tu Prisa por Alentar o Ayudar

Somos humanos, y al final del día necesitamos decir nuestra verdad, conectarnos con alguien más, necesitamos un testigo, alguien con quien compartir nuestra euforia o agotamiento, es por eso que algunas personas comparten historias de su vida, y las publican, también es por eso que otros se quedan despiertos más tarde para hablar con sus parejas en lugar de irse directamente a la cama, incluso si están agotados, sin alguien con quien conectarse, simplemente no podemos continuar, ninguno de nosotros.

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Cuando estamos en crisis, necesitamos a alguien para reconocer nuestra realidad, para validar nuestra percepción, que nos haga saber que no estamos locos o que hemos pasado por algo horrible, y una vez que nos sentimos visto y oído, entonces podemos recibir aliento, nuestros amigos o seres queridos van directamente al estímulo porque quieren ayudarnos, pero ocurre que la mejor manera de ayudar es reconocer la verdad de lo que estamos sintiendo.

Todos hemos estado en el lado receptor del aliento que niega nuestros sentimientos, nuestra realidad, la gente nos dice, tienes que seguir adelante y perdonar, cuando apenas comenzamos a sentir ira y dolor, cuando aun estamos en shock, ya nos están dando el equivalente de una escoba o un pegamento, esto pasa porque todos tememos no tener respuestas, no poder ayudar.

En cambio, pensamos en algo correcto para decir, cualquier cosa, podemos hacer que nuestras palabras sean brillantes o no, pero igual, no suenan verdaderas, ¿por qué apresuramos a la gente a pasar?, tal vez porque tenemos miedo de que puedan cambiar y que ese cambio sea aterrador, pero las cosas nuevas también traen esperanza.

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