El Diario de Alessandra: "Con él en la escalera"

"Las circunstancias fueron perfectas, el momento justo, el deseo y nuestras ganas se confabularon para hacer realidad el momento, sí, lo había imaginado infinidad de veces, mis pensamientos jugaban constantemente con su piel, en ocasiones imaginaba su fragancia al tenerlo cerca, pero ahora sería realidad. Mi chico estaba de viaje y ella, su esposa, había salido minutos antes, así que decidí ser un poquito egoísta y pensar solo en mí.

Mi ligero y volátil vestido estampado sería el más idóneo. Nuestro encuentro "casual "en el pasillo del edificio y un desperfecto eléctrico en la zona, hicieron posible un excitante momento, que aunque no fue planificado y quizás si propiciado, tenía un propósito, "cazar a mi presa" ambos sabíamos lo que queríamos, sin comunicación previa, ¿sin intención? no lo sé, pero las ganas intactas.

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Al cruzarnos en la escalera nuestras miradas hablaron sin duda alguna, era ahora o nunca, el instante, la oscuridad, el deseo...Sus manos rozaron apenas las mías , aunque se mostró algo temeroso o desconfiado se arriesgó, entonces sujetó fuertemente mi cintura y luego contra la pared un delicioso, húmedo e incontrolado beso marcó el inicio, abriendo las puertas del placer, él sabia que tenía poco tiempo, ella podría llegar en cualquier momento.

Sus manos inquietas comenzaron a tocarme desesperadamente mientras yo disfrutaba que lo hiciera, podía sentir su pronunciada excitación con mis manos, mis caricias en su miembro lo enloquecían. Rápidamente nos movimos debajo de la escalera, un poco más seguros allí me dio libertad de bajar su cremallera y dejar su miembro al aire y así comenzar el recorrido con mi boca mientras él me tomaba del cabello, entonces bajó mi vestido hasta la cintura y mi pequeña braga negra hasta mis tobillos casi sin darme cuenta, el tiempo corría y el riesgo era inminente, mis pechos fueron suyos, disfrutándolos plenamente, me gustaba verlos en su boca mientras una de sus manos tomaba mis nalgas con desespero y la otra intentaba, con algo de torpeza, meter sus dedos en mi entre pierna ya húmeda de deseo y expectante de placer.


Colocándome contra la pared, mientras levantaba mis piernas su embestida fue brutal pero exquisita, sus movimientos fueron certeros, intensos y su dureza perfecta, el momento, el deseo, las ganas y las circunstancias lo ameritaba, lo exigían, intentábamos diminuir nuestro gemidos y la jadeante respiración que provocaba el placer, mientras personas subían las escaleras, disfrutábamos el instante...El tiempo era nuestro enemigo. El orgasmo hizo su entrada de manera intensa y deliciosa, él penetrando en mi espalda, sus manos en mis senos, y ahora su fragancia ya no en mis pensamientos, ahora en mi piel...Misión cumplida."

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