Aparece otro día de este eterno sufrimiento, me enfrasco nuevamente en estudiar, antes de ello recuerdo que me hace falta el maldito gas, bajo un momento desesperado para pensar ¿qué hacer?, recuerdo que tenía un comodín y me regreso a mi habitación a alistarme para partir al hogar del ángel que me ha ayudado en estos momentos de crisis.

En el camino el clásico ambiente hostil lleno de zombies me coloco a recordar como fue el lunes pasado lleno de gente alegre y trabajadora.

llegar noto gente saliendo con pancartas y una cara de rabia inimaginable le, cruz de calle y una señora me explica lo que harán, al poco tiempo me consigo a mi compañera que me termina de contar todo lo suscitado y me hace una invitación formal a lo que acepto, antes de ello le impongo una pequeña condición, la cual se trata de matar esta inmensa hambre primero, algo que ella tomó con gracia y en un momento para despejar la mente me invito comer.

En su hogar lo primeo que hago es sacar una harina y queso que había comprado por el camino, ella se coloca a mirarme y en un momento agarra solamente el queso y no me recibe la harina, en ese instante pensé que se le había olvidado, espero un largo tiempo y escucho losa siendo lavada a los 15 minutos, me recuesto y dejo pasar el tiempo y en un abrir y cerrar de ojos ella llega con un platillo espectacular, un olor insuperable y me sorprendía, en un momento pensé que solo era una caratula y no sabría tan bien, no por discriminar sino que como ella nunca lleva comida a la universidad y siempre come en la calle supuse que no sabría cocinar, en ese instante le menciono lo que estaba pensando y fue algo que ella tomo en forma de enojo y gracia, argumentando que se había cansado de comer su propia comida y solamente le cocina quien le cae bien o a sus compañeras de piso.

Después de ella echarme unos cuento y yo en menos de 3 minutos ingerir esa exquisitez conocida como panquecas, tomo agua y me cepillo en un momento para partir y acompañarla a esta clase de “marcha pacífica” que tendría lugar pronto.

Llegamos después de una larga caminada, nos encontramos con las personas antes de llegar al lugar que tendríamos que partir, luego de escuchar largas historias, especulaciones y quejas sobre esto estaba el punto de encuentro, desde lejos a pesar de lo ciego que soy vi la inmensa cantidad de gente que había a pesar que hacía dos semana había asistido a otra que realmente fue una pérdida de tiempo, esto me hizo pensar que estos tiranos se estaban jugando con fuego y pronto se van a quemar.

En una marcha excelente y pacífica, fue la primera que la pase bien en una de ella, porque siempre que iba nunca tenía razón de ser yendo 10 personas a diferencia de esta en la que tuve el honor de estar, pensando yo mientras que caminaba, habían más de 100 personas, argumentando un señor que es un record en la ciudad donde vivo que es extremadamente pacífica a comparación de otras de mi hermosa nación.

Al rato de caminar un motón nos residenciamos en el punto definido de encuentro y fiscalización de la marcha, de aquí mi compañera estaba cansada y se lo mencione, aceptando las circunstancia ella me pregunta ¿te quieres ir?, realmente me daba igual el quedarme o no, pero me cuenta de las circunstancia y le respondí que nos fuéramos y abandonáramos el barco de la mejor manera, la acompaño a su hogar al ver la hora ella me dice que me calentará la comida que había guardado para que me la llevará y yo sin palabras solo le hice el gesto de si con la cabeza, al rato me da la taza y me corre de una manera peculiar porque iba a dormir, despidiéndonos de besos y abrazos le digo que ha sido lo mejor que me ha pasado con esto de la luz y ella se echa a reír diciéndome melancólico .

Un camino tenebroso nuevamente me espera pensé yo por el camino, cuando me doy cuenta que había llegado la amada y esperada luz, corrí a mi residencia como si me estuvieran persiguiendo y revise con una sonrisa que había llegado este mal necesario para vivir, como y me echo una siesta como las de antes con mi aire y en mi cama sin recurrir a dormir afuera en el suelo.

Dormido en un instante tuve un mal presentimiento a las dos horas y este augurio era cierto, se había ido la maldita luz de nuevo, escuchando el grito de maduro co´** e tu madre en todos lados me di cuenta que era global en un momento de desespero y viendo tocar la noche nuevamente me coloco a dormir nuevamente.

Finalizando me quede profundamente dormido esperando en mis sueños que esto cambiará y no volviera a ser una alegría ilícita