pero no olvides que sí vives
cuando te asomes al cielo de nuevo,
porque vengo acá a verte
siempre que puedas, asómate,
pues, te quiero infinito menos uno
con todos los números menos uno
un gran uno que fuiste y eres
un uno que suma más que nueve
porque sin el uno la lógica es mongólica
y la matemática no tiene sábila ante tu resta
que no estás, te fuiste, te vas y dueles...

aunque sonrío mirando al infinito
de las vivencias que tuvimos
del amor que protagonizamos
de las lecciones que aprendimos
Te quiero infinito menos uno
no lo dudo, lo afirmo y firmo
dulce amnistía ante tu física ausencia
comprendiendo el sentido de la vida
que ya no late como antes
con aquella arritmia que me daba tu presencia

Te quiero, te amo, te adoro
no miento, te extraño y lloro,
pero también sonrío porque ya no te duele
la jeringa que quiso ser medicina
ni la simulada paciencia que agotaste
para luchar y aferrarte a esa vida
que nos llenaba de sonrisas
cuando se agotaba la esperanza

No hay infinito sin el uno
No hay infinito sin ti que ya eres eterno.

Escrito dedicado a mi padre Franklin Candelario Mederico Maita
08-07-2019
QEPD

_{Foto de Cris Baron en Unsplash}