Reflexiones: como flecha alejada del arco

El tiempo suele convertirse en ocasiones en nuestro mejor aliado o en nuestro peor enemigo, gracias a el podemos disfrutar de las múltiples situaciones que se nos presentan durante nuestro recorrido por la vida. Es impresionante ver como muchos de nosotros hace todo lo posible de aprovecharlo al máximo, conscientes de que no podremos recuperarlo.

A través de nuestras vidas el tiempo nos ha dado la oportunidad de emprender el camino para recorrer y llegar alcanzar algo con lo cual nos hemos comprometido, donde de manera muy equilibrada designamos el tiempo necesario para llegar de forma exitosa al final del camino.

De igual manera veremos el tiempo correr en algunas ocasiones tan apresuradamente que tendremos el deseo de quererlo detener, esto sucede generalmente cuando estamos disfrutando de la compañía de un ser querido o amado, del compartir con personas que nos hacen sentir agradables, del disfrute de una buena película que no queremos que acabe, del descanso placentero o por ciertas circunstancias donde simplemente no queremos que el tiempo avance.

Sin embargo, también habrán esos momentos donde por dolor, angustia, mala experiencia, enfermedad, la muerte de un ser querido o alguna situación que llegue a convertirse en una larga e incómoda espera, entonces vamos a querer que el tiempo pase rápido y que arrastre todo aquello que nos hizo sentir pesar.

De una forma u otra cada instante que pasamos de este, nos dará una nueva motivación para avanzar hacia el futuro, con la opción también de detenernos y mirar a lo que hemos dejado atrás, donde nos permitimos reflexionar en nuestros desaciertos y enorgullecernos de nuestros logros.

Al tiempo nos aferramos incluso para sanar nuestras heridas, olvidar un amor, una traición o algo que nos marcó. Solemos confiar que el lo cura todo, que nos hace perdonar y en muchas de las ocasiones nos permite olvidar. Vamos y regresamos siempre orientados por su poder.

De igual forma como a través del arco la flecha toma su dirección y velocidad, seamos de nuestro tiempo la mejor guía de orientación a nuestras conquistas diarias, con una velocidad que no nos desgaste y nos canse, sino que de conformidad a nuestra mejor disposición vayamos juntos en un mismo compás.