Pulso del Escritor: El regreso ¿triunfal? de Tool. - @bonzopoe

En esta época de música por computadora, en la que no necesariamente hace falta saber de música para ser exitoso, y un estribillo pegajoso es la meta a lograr para alcanzar el éxito, pocos son los que a pesar de ir contracorriente logran captar la atención unánime de los medios y los fans con un disco.

Heredero de una época en extinción en la que grandes bandas eran las protagonistas de la escena musical, y una de las pocas que a pesar de los años sigue vigente y no vive de glorias pasadas, Tool, el grupo que nos ocupa hoy, es un fenómeno atípico, por decir lo menos.

Parido justo en la época en que grupos como Nirvana y GreenDay eran protagonistas, su propia existencia es casi una anomalía. Formado por el baterista Danny Carey, el guitarrista Adam Jones, el vocalista Maynard James Keenan y el bajista Justin Chancellor, Tool es una banda originalmente de metal progresivo, pero con los años y los discos ha evolucionado tanto sin perder las características esenciales de su propuesta, que ahora es difícil de etiquetar, ya que mezcla metal, rock progresivo, math rock, art rock y sicodelia.

Su rock experimental es complejo, intrincado, y reta todo lo que históricamente se espera de una banda exitosa, pero es precisamente eso lo que ha hecho trascender. Con temas de estructura musicalmente elaborada, ritmos inusuales, y un virtuosismo que a cada disco se rebasa a si mismo, es entre otras cosas, la responsable de uno de los discos conceptuales más importantes de la historia del rock: Lateralus.

Este, que fue su tercer disco, está inspirado en la secuencia de números de Fibonacci, mismos que se encuentran en la proporción aurea, la llamada proporción divida, misma que podemos encontrar tanto en las obras de arte de los griegos, como en la naturaleza, tanto en la distribución de los pétalos de las flores como en la forma de las galaxias. Les comparto un video que explica buena parte de los méritos de este álbum.

Este disco escribió en piedra el nombre de Tool como banda de culto, y el disco que le siguió “10,000 days”, solo reafirmó este hecho. Pero después, debido a problemas legales, la banda estuvo 13 años sin sacar nuevo material, hasta el pasado mes de agosto en que finalmente vió la luz su más reciente disco: Fear Inoculum.

El esperado disco ha causado opiniones encontradas por parte de la crítica, ya que suena a la vez distinto e igual a sus producciones previas. Igual porque exuda el adn de Tool por todas partes, y distinto porque una vez más la banda ha evolucionado, y en este disco ofrece algo distinto a lo esperado.

Fear Inoculum no es un disco para bailar slam y hacer headbanging, porque contrario a sus producciones previas, los temas de este álbum después de un “in crescendo”, justo cuando esperas que los temasn estalle con un grito de Maynard, o con un riff potente, estos cambian y te llevan por solos experimentales de guitarra, cambios de ritmo y otros recursos que hace de la escucha de Fear Inoculum una escucha más instrospectiva, más íntima, pero igual de intensa.

Los temas de este disco, salvo por dos interludios de 3 a 4 minutos de duración, un tema totalmente instrumental a la Moby Dick de Led Zeppelin con un solo de batería de Carey para la historia, y el tema de cierre de corte totalmente experimental, son de más de 10 minutos, llegando incluso uno de ellos, “7empest”, a tener casi 16 minutos de duración. Este tema es curiosamente el más cercano a los temas característicos de la banda en producciones anteriores.

Tool, con “Fear Inoculum”, ha desbancado esta semana de los rankings de Estados Unidos, nada más y nada menos que a Taylor Swift, irónicamente alguien que representa todo lo opuesto a la banda, e inicia su propia historia, una que al pasar de los años nos dirá si este disco es el más flojo de la historia de la banda como algunos argumentan, o un nuevo clásico como sus discos previos. Solo el tiempo lo dirá.

Este disco ha sido abrazado por los fans de la banda que aprecian los méritos musicales de esta, y desdeñado en cierta medida por aquellos que la seguían por la intensidad de su música, misma que en este disco sigue presente, pero con un matiz mucho más maduro y comedido, más sobrio.

Este disco es un viaje maravilloso. Su primera escucha es alucinante, porque no para de sorprenderte a cada instante. Es un bombardeo de virtuosismo y sorpresas permanente, y un testimonio de la capacidad de cuatro músicos que ya son una leyenda viviente.

Curiosamente este disco es más accesible para públicos nuevos a la banda, por su sonido menos estridente en líneas generales y más fino y elaborado en lo compositivo, aunque decirlo sea redundante en una banda como esta.

Te invito a darle una escuchada a Fear Inoculum, al final, te guste o no, te aseguro que te va a sorprender y va a expandir tus horizontes sobre lo que 4 músicos con capaces de hacer. Y si te gusta, bienvenido al universo de Tool.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.