La Ley del espejo: Verse reflejado a través de otros
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Antes de explicar las distintas vertientes en que puedes aplicar la ley del espejo, es preciso conocer de qué se trata, le confesamos que explicarlo es más sencillo que internalizarlo, ya que como seres humanos nos acostumbramos a ver nuestro mundo exterior y los seres que lo conforman y dejamos a un lado ese mundo interior que llevamos dentro y que en definitiva se ve reflejado hacia afuera.
¿Qué es la Ley del Espejo?
Pueden llamarla teoría, herramienta, hipótesis, técnica (como mejor os parezca), lo importante acá es la intencionalidad de la misma. En este sentido, la ley del espejo pretende que el individuo entienda de manera consciente el porqué de los sentimientos que afloran cuando algo nos molesta, desagrada, irrita, entristece en otra persona.
Es preciso acotar, que cada una de las personas que conocemos en nuestra vida no han venido de manera casual, ellas están allí porque nosotros de manera inconsciente la hemos atraído a nuestra vida, todas y cada una llegan con la intención de enseñarnos y mostrarnos algo, algunas personas lo harán de manera grata otros con experiencias dolorosas, de ambos modos conoceremos maestros que nos mostrarán algo de nosotros mismos que no vemos o no queremos ver.
Podemos decir entonces que: Aquello que otra persona te muestra es lo que a ti te molesta de ti mismo.
Imagino que habrás caído en cuenta que la ley del espejo es aplicable en cada aspecto de nuestras vidas, en esta ocasión sólo explicaremos tres:
La ley del espejo en las relaciones de pareja
Con ánimos de conciliar y no de crear rivalidades, pretendemos explicar lo que suelen proyectar hombres y mujeres en sus parejas. Y sabemos que acá las mujeres son expertas en decir lo que a la otra persona le falta hacer o cambiar, pero chicas, muchas de esas cosas son proyecciones de ustedes mismas, así que presten atención.
Y ustedes hombres, que ven en las mujeres una fuente inagotable de peticiones y pendientes para ser mejores, os cuento que muchas de esas cosas igualmente son reflejo de lo que no vemos y pretendemos adjudicarlo a los seres que más piensan en vosotros: “las mujeres”.
Cuando te molesta ciertos comportamientos en la otra persona a tal punto que sientes que la rabia te sobrepasa es porque ese mismo defecto está reprimido de manera subconsciente en ti.
Algo deben entender es que no estamos hablando que el defecto no exista en la otra persona o que la culpa del defecto sea vuestra ¡No! Estamos hablando que si un comportamiento te afecta a tal punto de generar en ti emociones de rabia, frustración, debes apartarte un rato, preguntarte porque te afecta tanto y verificar cuanto de ti hay en ese defecto.
No en vano dicen: “Cuanto más nos desagraden los defectos ajenos más nos duelen los defectos propios.
Por ello, si estás pensando entablar una relación de pareja seria , debes estar consciente que muchas veces se despertarán sentimientos profundos que los verás reflejado en la otra persona y que debes ubicar cuanto de ti estás viendo en el otro, aceptarlo, perdonarlo y no atascar la relación en una ceguera voluntaria.
La ley del espejo en el trabajo
Imagina por un momento que estás en la oficina y cuentas con un jefe que por su comportamiento le iría bien como segundo nombre “Ego”, cada vez lo soportas menos porque te hace trabajar muchas horas para igual él llevarse la gloria. Tú por el contrario te defines como una persona humilde, trabajador(a) y en tu entender esa es la razón por la cual sientes rabia y rencor hacia tu jefe.
La pregunta que tendrías que hacerte es: ¿Por qué te causa tanta rabia una persona con un Ego abultado? ¿Qué aspectos hay en ti al respecto de eso que aún no has visto?
Lo más probable es que en efecto el jefe sea un arrogante, tú seas humilde pero debas trabajar el merecimiento y el valor propio, quizás no te has dado el valor que deberías.
Hacer la prueba no quita nada, te aseguramos que si estamos en lo cierto y empiezas a valorarte como mereces el sentimiento de rabia hacia tu jefe desaparecerá porque simplemente te tendrá sin cuidado como sea. ¡En hora buena! Te habrás hecho más consciente de ti.
La ley del espejo en la relación con los hijos
Ilustrar la ley del espejo en la relación con los hijos es mucho más sencillo, sobretodo porque estos querubines suelen sacar de las casillas a los padres que aunque amándolos inmensamente viven momentos de frustración, decepción y rabia hacia el comportamiento de ellos.
Queremos dejar claro que los sentimientos que sienten los padres son hacia el comportamiento no hacia los hijos en sí.
Buscando alguna asociación de la relación entre padres e hijos pudieramos decir que los primeros se sienten abrumados por el incansable juego de soltar y tensar la cuerda, quieren brindarle todo a los hijos pero al mismo tiempo deben disciplinar para evitar malas crianzas, piensan que su tarea es formar y olvidan que muchas de las cosas que más les irritan son reflejo de actitudes que llevan reprimidas en el subconsciente.
Para reafirmar lo que decimos, uno de los integrantes del @emeeseese nos contó que la amiga de su amiga en una oportunidad se quejaba porque su hija asumía todo con un drama típico de artista de Hollywood, no entendía porque su hija era así, más sin embargo la amiga de nuestro compañero fue testigo de la reacción de la madre ante un retraso en un curso en la que ambas harían juntas (en ese momento la amiga de nuestro compañero pudo comprobar que "de tal palo tal astilla")
Lo interesante hubiese sido que "ella" lo hubiese hecho consciente. De resto seguirá viendo en su hija un comportamiento propio de ella.
Bueno amigas y amigos, esto es todo por el día de hoy, espero la información haya sido de utilidad, empiecen a practicar el Don de la observación propia, aprendan a conocerse y recuerden que lo que vemos en otros puede ser reflejo de lo que llevamos dentro.
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Excelente post muy bien abordado este tema tan apasionante. Resulta que solemos molestarnos por ciertas actitudes que vemos en otros, cuando en realidad son cosas que vienen también estorbandonos. Aquí lo que más me gustaría resaltar del post es el hecho de la aceptación. En la medida que nos aceptemos tal cual somos en esa misma medida podemos aceptar también a los demás, porque el principio del espejo se aplica también en este sentido: en la medida que me respeto, voy a respetar, en la medida que me estimo voy a estimar y así sucesivamente. Creo que esta es la raíz del asunto.
Me gusto mucho la cita al final de Siddharta, el libro con el mismo nombre "Siddharta" de Herman Hesse es uno de los libros más hermosos que he leído en mi vida.
Saludos y Gracias por compartir :-)
Un maravilloso y reflexivo post como siempre, la verdad es que me he sentido reflejada ya que suelo analizar bastante el comportamiento de las personas que me rodean.
Somos responsables de las situaciones y personas que atraemos a nuestra vida, por lo tanto, debemos ser conscientes de lo que pensamos y nos decimos a nosotros mismos. Cuida tus palabras, ámate, perdónate y verás como irás atrayendo parejas y cosas en función de pensamientos armónicos y amorosos. Si vas a pedir un aumento de trabajo y antes de eso, te vas a decir que es difícil, pues difícil será. Si vas a iniciar una relación y, de antemano, vas diciéndote que no va a funcionar, pues no funcionará. Evita sabotearte.
Me gusta tratar estos temas, porque no somos conscientes del daño que nos hacemos con nuestros pensamientos. Saludos.
Me dio mucha risa esa imagen que colocaste en el apartado de la ley del espejo en el trabajo, muchas veces yo me he sentido exactamente así, ya que pienso que hay jefes que siempre quieren abusar de su posición, y con lo que dices me has hecho reflexionar en esa área.
Con respecto a los padres e hijos pienso que los hijos van copiando ciertas conductas que ven en los padres porque normalmente estos son los que primeramente influyen en su conducta, tal vez, estos puedan llegar a copiar hasta los malos hábitos que tengan los padres y, como nadie es perfecto, estos padres se pueden llegar a molestar con sus hijos por defectos que ellos mismos le transmitieron de alguna manera sin darse cuenta.
Esa es mi manera de ver la ley del espejo, la verdad no entiendo mucho de como poder trabajar en la mejora de esta ley en uno mismo, puesto que, pienso que los defectos que tenemos debemos aceptarlos ya que eso forma parte de nosotros y por mas que queramos mejorar en esa parte de nuestras vidas acabaremos por descubrir mas defectos. Saludos
Tengo un amigo que se llama Siddharta, no sé porque su padres le pusieron ese nombre.
Tu post me hace recordar unas palabras que escribí en mi último post... 'Hay que aceptarnos como somos'. Lo mencionó aquí porque es importante reconocer nuestros defectos y saber que cuando tenemos a alguien cerca con malos actos, hay que saber que esa persona nos esta enseñando algo que nos hemos negado a ver, mientras no veamos ese espejo, van a seguir apareciendo personas iguales en nuestras vidas, así nos vallamos a la china. Allá también nos encontraremos con una china que le gusta portarse mal con nosotros jajaj xd :D
No es sencillo aceptar que las cosas que tanto nos molestan en los demás son asuntos no resueltos en nosotros mismos. Realmente es dificil aceptarlo, pero si no le damos el beneficio de la duda nunca podemos mejorar.
Otro elemento que cambia es que una vez que aceptamos inclusive dejamos de juzgar a los demás porque caemos en cuenta que hay cosas nuestras reflejadas en los demás. No somos perfectos, no podemos ser verdugos, debemos aceptarnos, perdonarnos, cambiar y seguir adelante.
Trrr que rrrrrr
Excelente @alanasteemit, es así. Lo comentaste de forma simple y directa. Y sí, es muy difícil aceptar que las cosas que nos molestan son asuntos que no hemos solucionado.
Excelente artículo, amigo @bert0. Todos tenemos la capacidad de aprender de las actitudes de los demás, y más aún si estas no son las mejores, ya que al ver las similitudes erroneas que estas puedan tener con nuestra persona es tiempo de analizar, reflexionar y corregir. Un abrazo.
Muy interesante tu post @bert0. Bien sentencia el dicho " no atraes aquello que quieres, atraes aquello que eres". Siempre vemos la paja en el ojo ajeno y no la vemos en el nuestro.