Punta Lara

Hace tantos años que no quiero recordar, cuando era un niño, vivíamos en Ensenada de Barragán, un pequeño pueblo aledaño a la capital de la provincia de Buenos Aires cuyo nombre es La Plata.

Este pueblo estaba pegado a otros dos, hacia el sur Berisso y hacia el norte Punta Lara que era famoso en aquellos tiempos por ser el balneario por excelencia de todas esa zona, extensas playas de arena marrón, gran cantidad de clubes, recreos, restaurantes y negocios afines eran la Mar del Plata del río y en verano explotaba de gente, fundamentalmente de aquellas personas que no se podían dar el lujo de ir al mar, por aquellos años la gran mayoría de los asalariados.

Mis recuerdos de esas épocas son muy felices, allí mi padre y mi abuela me inculcaron el germen de la pesca deportiva, íbamos a diario a la playa y al atardecer pescaba con una pequeña caña de bambú de la zona, metido en el agua hasta las rodillas y extraía mojarritas en cantidades asombrosas, luego me encaprichaba conque quería que me las hicieran fritas, me costó por entonces entender que nadie quería hacerlas y me obligaban a devolverlas vivas al agua.

Fueron pasando los años y el río se fue llenando de polución, la gente mejoró sus ingresos y los destinos marítimos se hicieron alcanzables para la mayoría y Punta Lara ingresó en el declive lógico cuando la gente ya no la visita.

Hace algunos años volví a Ensenada para el festejo de los 70 años del único hermano de mi madre y me hice un rato para llegar hasta el antiguo balneario, todo era abandono y suciedad, sentí una gran tristeza y ya no quise volver.

Pero hace unos tres años un corresponsal que teníamos por allí que salía al aire en nuestro programa de pesca todos los sábados para dar el reporte de la zona sur del Río de la Plata, me comentó que estaban arreglando toda Punta Lara, ya no sirve para bañarse pero si para pasear, pasar un día al aire libre y comer un asado o un buen menú en alguno de los recreos y restaurantes que incipientemente estaban volviendo.

Este jueves pasado, aprovechando el último día de la visita de mi amigo de Esquel decidimos ir hasta el muelle del club Universitario de la Plata para intentar un rato de pesca, ya no daba para ir hasta alguna laguna lejana y esta era una buena despedida ya que mi amigo regresa hoy a su casa en la lejana Chubut.

Vista desde el muelle del Club Universitario de la Plata de la Iglesia de Punta Lara

Hacia allí fuimos, todo autopista y en menos de una hora estábamos ingresando a la antigua avenida costanera de Punta Lara, la sorpresa fue grata, todo muy distinto a lo que vi años atrás, más arreglado, más comercios, varios recreos con mesas y asientos de cemento y parrillas como para pasar un buen rato disfrutando de un día al aire libre, claro que estamos en invierno y el frío acobarda a la gente pero estoy seguro que en el verano muchos vecinos de La Plata, Ensenada y Berisso se darán una vuelta para pasear por el otrora popular lugar de veraneo.

No tomé fotografías del pueblo, solo de la costa que ha sido ganada por la vegetación dado que la gente ya no se baña y otra desde el muelle desde donde se alcanza a ver la cúpula de la Iglesia del pueblo, bien pintada y excelentemente mantenida.

La pesca no estuvo buena, lo sabíamos de antemano. Solo fue una excusa para alargar el tiempo juntos de dos amigos de toda la vida, desde ese punto de vista nuestra visita cumplió el objetivo a la perfección.

Las fotografías son de mi propiedad.
Héctor Gugliermo

@hosgug