El Gordo y El Flaco Sincronía casi Perfecta

De niño tres días a la semana, podía sentarme en la sala del dueño de casa, sólo 25 minutos a observar al gordo y al flaco, programa humorístico. No teníamos tele en la familia, en nuestra Suramérica querida, eran días de escasez y pobreza decían las abuelas; sin embargo, nosotros los niños, no sabíamos qué era eso: sólo pensamos humorísticamente todo lo que pasaba, gracias a nuestros amigos, esos de la tele: - Laurel y Marvin- no son chistosos, pero nos hacen reír.

Estos dos personajes a través de sus muchos cortometrajes, dramatizaban historietas, que las veíamos de lo más común, pero con ese halo mágico de inocencia y tontería que tanto encantaba. El humor que ellos plasmaron en los años 1930 a 1950 aproximadamente, sentó unas bases de análisis y de estudio; pues las situaciones contradictorias, sorprendentes y algo ridículas, por cierto, nos hacían estallar en carcajadas; ¿eran lógicas las situaciones? - ¡no!, eran pegajosas.

En la sociedad actual, el ser humano tiene la urgente necesidad, de liberarse de las preocupaciones del -tener- coinciden psicólogos, sociólogos y terapeutas en este anunciado; el ser humano tiene la capacidad de sonreír; pero lo más interesante es que ejerza esa libertad a través del humor bien intencionado; entendiéndose como disfrutar situaciones cotidianas que salen mal; debe evitar la burla, pues no todos somos perfectos en nuestro actuar.

Laurel, Marvin y su equipo de producción crearon situaciones cotidianas, donde ellos mismos son el ejemplo de estupideces e inocentadas; un humor sano para quienes los observábamos. Esas son algunas claves del humor sanador, en los programas de rehabilitación, de entrenamiento y de estabilidad emocional siempre se habla de sonreír para elevar los niveles de buena vibra para enfrentar los desafíos de cada momento; estos seriados siguen siendo aptos para estos fines.

Laurel es el personaje inocente y buen compañero, Marvin es el arrogante, abusivo y distorsionador de la buena amistad; crearon ese dúo maravilloso que se ve reflejado en cada episodio. Lo imprevisto de los actos resultan paradójicos, pero el que está al frente del melodrama, se relaja y lo disfruta, pues no se asocia a ningún personaje en especial, como a veces sucede en la vida real, con el llamado bullying.

Este tipo de humor al ser estudiado, nos regresa a la maravillosa inocencia de las series exitosas y dignas de ser analizadas, pues resultan sencillas, elementales, pero eficaces contra el stress, la depresión y el descansó mental de creativos, innovadores, hombres y mujeres en puesto de mando y liderazgo, y lo más importante: -crear un buen ambiente para los hogares que tanto lo reclaman y nuestros niños en el mañana lo agradecerán-