Cumpliendo  nuestros deseos.

Tan orgullosamente tendido entre las personas, olvidando el miedo.
No hay ni tumba ni cripta.
Aún no es demasiado tarde para nosotros.
Aquí canto las serenatas de castor a gusto.
Pegasus alado llega de la nada,
Viento fuerte Sin embargo.

No es bueno, donde hay muchas palabras
Solo puede ser experimentado
Es una pena que Nietzsche no estuviera aquí conmigo.
Y en el desierto y donde está el diluvio.
Levantarse temprano por la mañana
Cuando el joven apenas descansa.

Solo quedarán un poco esos
¡Cómo terminó todo rápidamente!
Cantarán, se divertirán, reirán.
Debajo de mí está el mar.
Deja que la sensación nos levante en el techo.
No podremos jugar un empate.

Nos encontramos con la primera nieve...
Donde canta con gracia la bailarina.
Porque la felicidad se convierte fácilmente en una sombra.
Muchas reuniones agradables
Estaba sorprendida de que de repente alguien pudiera concebir.
Y sin embargo, cerrando los ojos.

Donde los dioses y los dioses nos dieron la verdad.
En los palacios de oro sin fin,
Y en busca de descubrimientos pasados,
Pero cada palabra que viene
Lo que me parece me traiciono.
Con una nueva fuerza se alzó por encima de ella...

Yo no soy yo y tú tampoco eres tú mismo
¡Mi tren se apresuró!
Y lo encontraré de nuevo.
Completado, y estaré desconsolado.
¿Viste la luz de la luz?
Y el que no cayó en espíritu.

Me encanta el té de la tarde, cálido y fragante;
Jugó cariñosamente contigo,
Se rezan las oraciones...
Nos convertimos en extraños
El amor vive en años y en minutos.
Y para todos, interpretará pegasus jazz.