No es lo que nos pasa lo que determina nuestra vida, sino lo que hacemos con lo que nos pasa.

La gente siempre está justificando lo que es a través de sus circunstancias. La gente que se maneja bien en este mundo es la que va y busca las circunstancias que quiere. Y si no las encuentra, las crea.
G. B. Shaw

Fuente

Hay gente que ha sufrido las desgracias más terribles, y de ellas ha salido mucho más sabio.
Otra gente, con las mismas desgracias (o quizás menores), ha quedado devastada, herida y debilitada.

En realidad, cada cosa que nos pasa, pequeña o grande, es un desafío para ver qué hacemos con ella. Cada experiencia, buena o mala, puede ser un motivo para crecer, o puede ser un motivo para volvernos más pequeños.
No tenemos demasiado control sobre lo que nos pasa, en cambio tenemos todo el control para decidir qué hacer con lo que nos pasa.
Todo puede tener una parte buena.

Hay gente que de cada problema hace un drama, y otra que de cada situación crea una oportunidad.

Aprovechamos cada cosa que nos pasa para aprender. Nadie sabe en realidad qué es bueno y qué es malo hasta que lo vemos con la luz del tiempo.
Pero la forma en que cada una de esas cosas afecta mi vida, va a depender de lo que yo haga, piense y sienta.
No pensemos sólo en las grandes tragedias. Miremos a nuestro alrededor las cosas pequeñas. Hasta una espera para pagar una factura puede utilizarse, aunque más no sea, para aprender a qué hora no tengo que ir al banco.

Todo pasa por alguna razón. Las cosas que nos suceden muchas veces ponen a prueba nuestro temple, permiten que se realice nuestro potencial. Otras veces los momentos de angustia nos enseñan quiénes son nuestros verdaderos afectos.
y cuando hablo de las cosas que nos suceden, no hablo únicamente de lo malo. Por ejemplo, muchas personas opinan que el dinero cambia a la gente. Yo opino que solamente la muestra como es.

El dinero y el poder no cambian a las personas. Como en una fotografía, simplemente la revelan. Las muestra como realmente son.

Con las dificultades sucede lo mismo. En los peores momentos es donde la fuerza interior surge y la decisión de no dejarnos vencer saca lo mejor que tenemos y nos permite desarrollar capacidades que sin los desafíos nunca hubiéramos puesto a prueba.

Ya sé, nadie quiere sufrir. A nadie le gusta atravesar problemas y enfrentar dificultades. Pero de eso se trata vivir.

Tomado de: Mentruit, Otilia (2010). Diez puertas para ser feliz.