Solo te quemaste en mis brazos.
Pantalla borrosa de color,
Me escribes, amor, sobre el ascenso desde el alféizar de la ventana.
Pero cada caparazón no golpeó cuando se rompió.
Y no te escape, no te vayas.
Si se lo das a todos los que lo pidan.
Y él se sienta en el banco en el parque,
Tendría al menos una hora en silencio, pero sin pensamientos.
Y en el hielo, y en el fuego.
Una estrella arde en el cielo oscuro.
Y quemado con anhelo
Nosotros dos no podemos quedar
Mi condición rara vez está en orden.
En el barrio la llaman vieja doncella.
Lo que le pedimos a Dios
Locamente juguetón, amado y fiel...
El cielo esta todo nublado.
Siempre me ignoran amigo gracias.
Hace dos minutos.