Deseo carnal en la distancia.

Un día común y corriente entro a una red social a actualizarme de las cosas que suceden y veo que me sale como sugerencia un linda chica que con solo su foto de perfil me atrapo. Sin miedo alguno la agrego y a los días comenzamos a socializar, ella es muy agradable, inteligente y extrovertida y eso me lleno los ojos.

Comenzamos a tomarnos confianza y tocamos temas más profundos e íntimos, nos damos cuenta que tenemos mucho en común y comienza a despertar un sentimiento en mí que solo tenia una palabra: Deseo.

Poco a poco pasan los días y comienzo a cortejarte pero no de una manera romántica pues ya se como eres y sabes como soy, lo mejor es que veo que tu sientes lo mismo que yo y le damos riendas suelta a esta locura.

Estamos a cientos de kilómetros de distancia pero buscamos la manera de darnos satisfacción y placer. Las vídeo llamadas, las notas de voz, las fotos subidas de tonos mantienen prendida la llama del placer. Nuestra imaginación pervertida es el motor de esta relación a distancia.

No somos exclusivos, pero de mi parte al estar con otra persona solo pienso en estar contigo, en hacerte mía, poseerte y subyugarte de placer y lujuria. No se si a tí te pase lo mismo al estar con otros, pero se que de tu mente no me puedes sacar.

A veces siento que esta situación en la que estamos no nos llevara a ningún lugar en concreto, pero como le explico a mi mente y mi cuerpo que no es lo indicado si lo que hago es desearte todos los días que conversamos.

Es hora de tomar una decisión y la llevo meditada desde hace tiempo, voy a ir a ti estés donde estés y al momento de estar contigo te haré mía de tal manera que habrás sentido que anteriormente habías hecho el amor, más no habías tenido sexo salvaje y apasionado como lo tendrás conmigo. Siento un volcán de pasión por ti y quiero hacer erupción dentro de ti.