El café más caliente | La historia de Cristopher.

in #spanish5 years ago (edited)

Lo vi fijamente a los ojos, no entendía que pasaba por su mente pero sentía que se desplomaría, le dije:

-¿Muertas? ¿Por que?

-Todo fue mi culpa.

En ese momento callo de rodillas al suelo, me sentí sumamente impotente, pues sentía el dolor en sus palabras, me arrepentí por haber pensado tantas cosas de él y solo intente entender que sucedía ¿Que hizo para que murieran? Me senté frente a él y le dije:

-Por favor cálmate, si deseas no me cuentes nada aun.

-¡No! Es momento que sepas todo lo que sucedió. Hace unos años en la universidad, conocí a mi esposa, fuimos una pareja muy común. Un par de años después, luego de graduados, yo inicie mi post- grado, nos distanciamos un poco, pues mis estudios eran fuera del país y debido a eso decidimos terminar. Tristemente ella empezó a padecer un trastorno de bipolaridad, según los doctores era debido a la tristeza y fuertes emociones que le dejo mi ausencia, sin tomar en consideración los problemas que tenia ya con sus padres desde joven. En fin, ese caso es una muy larga historia que luego podre contarte.

-Ok no estoy entendiendo nada.

-Calma es una larga historia.

Sentía como cambiaba su forma de ser con tan solo recordar todo, estaba empezando a atemorizarme por lo que podía haber pasado.

-Cuando volví de mí post-grado, su padre me contacto, me comento todo lo que había sucedido y todos los eventos de depresión que ella tenia, su padre me acusaba duramente sobre su enfermedad, me decía que tenia miedo de que acciones pudiera ella tomar en un futuro. Decidí verla, pues de verdad aún existía un amor muy puro en mi alma, ella era mi primer amor y yo sentía que podía ayudarla. Su rostro aquel día que nos vimos se lleno de brillo inmediatamente, mi corazón al verla de nuevo salto, supe desde ese momento que nada había cambiado entre los dos, no pude evitar besarle, la había extrañado demasiado.

El simple hecho de oír todo eso, me daba cierto dolor, sabia que aún la amaba, me sentí muy triste pues la forma en la que hablaba de ella era tan hermosa, hasta dude que él pudiera sentirse así por mí, en algún momento.

-Pasado poco tiempo nos casamos, vivimos un año sin percance, su enfermedad estaba siendo medicada y yo por ser medico, sabia muy bien los pasos a seguir. Todo era perfecto, para mí, pero ella se sentía insatisfecha y un día no dudo en hacérmelo saber. Sentía la necesidad de tener un hijo, eso había sido el deseo de toda su vida, pero a pesar de que lo intentábamos no lográbamos que se diera. Su frustración hizo que los medicamentos no surtieran efectos e intento quitarse la vida en la primera ocasión.

Sus ojos se aguaron al contarlo, su voz sonó muy diferente, era como si tuviera en su garganta un nudo, intento disimular pero fue en vano.

-Mi impotencia creció tanto que me hice unas pruebas para verificar que sucedía, pero en mi todo estaba normal, por lo cual, tome la decisión de traerla a mi consultorio y hacerle los estudios pertinentes. Para mi desdicha ella tenia manchas negras en un ovario y las alarmas de mi mente se prendieron, se lo comente y ella sintió algo de nervio, pero decidió ir a un medico ginecólogo-oncólogo pues decía que yo era muy extremista y así sabría bien que sucedía. Me moleste, pues mi propia esposa no confiaba en mí, pero decidí no decir nada, sabia que iba a un doctor muy reconocido en el país y yo era nuevo en el mundo de la medicina.

En ese momento aparto su mirada de mí, vio todo el cuarto y respiro profundo mientras proseguía.

-Según me dijo todo estaba bien, que seguro vi mal o algo, yo me alegre puesto que él tenia un equipo excelente y ella estaba muy feliz, me dijo que todo estaba perfecto para tener un bebe, compro unos medicamentos que le pregunte que eran, pero me dijo que eran ayudantes para poder tener un bebe y que todo estaba bien. Yo la amaba ciegamente y le creía todo, ese fue mi más grande error. Un mes después, ella había quedado embarazada, yo estaba muy feliz, nuestro sueño se cumpliría, tendríamos pronto un bebe.

Sonrió momentáneamente, sentí su nostalgia, mientras avanzaba en la historia sentía cada vez más ganas de abrazarlo, pero sabia que no era el momento.

-Me mostró sus ecos y cuando supe que era niña me sentí muy feliz, tanto que salí y compre de todo lo que pude para ella, cada día que salia no podía evitarlo, Elisa se había convertido en mi más grande amor y quería ser el mejor padre del mundo para ella.

Vi como se secaba una lagrima, no pude evitarlo y lo abrace, lloro por un momento, pero luego sé hecho hacia atrás y me dijo:

-No tengas compasión por mí, aún no escuchas toda la historia. Note cosas extrañas en los ecos, pero supuse que por mi inexperiencia en el campo todo era normal, pero ya en el mes 7 no pude más y comencé a investigar lo que según yo era extraño. Para mi sorpresa podía tratarse de alguna malformación y no pude evitar ir a su doctor. Hablando con él mi mundo se desplomo, mi esposa si había tenido cáncer, las quimios aplicadas a ella era un tratamiento menos abrasivo pues no perdía cabello, pero ella igual las ignoro en su mayoría y quedo embarazada en el proceso. Sentía mucha rabia pero a su vez miedo de que podría pasar con mi esposa y con mi hija, el doctor estaba haciendo hasta lo imposible por que no existieran problemas, pero ya eran 7 meses sin quimio y el cáncer seguía avanzando, me comento que Elisa venia con problemas por eso mismo y que era necesario convencer a mi esposa de culminar el embarazo enseguida.

Golpeo la pared del cuarto, sentía su rabia, pero aún no entendía por que era su culpa, intente acercarme pero su mirada me dijo ¡No lo hagas!

-Fui corriendo a la casa e intente hablar con ella, pero al enterarse de lo que hice me comenzó a gritar, me dijo que yo no quería a Elisa y que todo era mentira, que era imposible que la enfermedad siguiera avanzando, pues ella tomaba las pastillas de quimio una vez a la semana. Le dije que estaba loca, que Elisa no resistiría un día en el mundo por su descuido, que estaba matándola poco a poco y que necesitaba suspender el embarazo, a pesar de todo tenia esperanza de que se pudiera salvar mi esposa. Entre tantos gritos ella se monto en su carro y arranco de forma muy violenta, yo por mi parte intente alcanzarla, por lo que supongo que ella aceleraba más yo solo intentaba hacerla parar pero fue en vano, logro adelantarse mucho y yo sabiendo como era mi esposa decidí desistir.

Se acercó a la ventana de la casa y vio hacia afuera, se seco los ojos y dijo:

-¡Debí seguirla! ¡Mi maldito orgullo me hizo regresar! Esa noche ella tuvo un accidente y cuando la encontraron ya habían pasado un par de horas desde el accidente, había perdido mucha sangre y estuvo varios días en el hospital luchando por su vida, pero fue en vano, pues las condiciones del cáncer tan avanzado no la ayudaron mucho. Mi hija por su parte nació por cesaría, 7 mesina, con malformación en sus riñones, corazón y con algunos detalles de malformación en la cara, lograron estabilizarla y mantenerla viva por un par de meses, pero la insuficiencia renal era tal que murió con 2 meses y 5 días de vida ¡Murió en mis brazos!

En ese momento no pude más, lo abrace fuertemente, sentía la necesidad de consolarlo, él por su parte se aferró a mí, sentía su dolor en lo más profundo de mi ser. Paso mucho tiempo antes de que lograra calmarse, se alejó de mi y me dijo:

-Te lo dije, fue mi culpa.

-¡Que mentira más grande! no fue tu culpa, ella tomó decisiones sin consultarte, aun sabiendo tus conocimientos.

-Yo sabia lo que había visto, pero la esperanza que un medico más capacitado dijera lo contrario me hizo confiar, no sabes cuanto tiempo llore sus partidas, lo mucho que me duele y lo mucho que las extraño.

En ese momento me sentí fatal, yo solo era el consuelo de él, cada palabra que decía me heria más y más, necesitaba salir de ahí inmediatamente. Me aleje un poco y le dije que iría hasta mi casa que no era el momento de seguir ahí, salí hasta el cuarto a buscar mi ropa y él me detuvo en la puerta, me dijo:

-No te vayas por favor, te necesito.

Me besó, con sus labios que me hacían perder todo sentido, poco a poco me llevo a su cama y me acostó, lentamente fue quitándome su camisa, ya había perdido mi fuerza de voluntad, él tenía el truco en sus manos que me hacía olvidar todo, mientras él iba perdiendo su ropa, no lo podía negar, lo deseaba demasiado y mi cuerpo no era muy bueno en negarlo. Tuvimos intimidad, pero de una forma diferente, no era solo pasión lo que encontraba nuestros cuerpos o por lo menos para mí, la forma en que lo hizo, tan delicada, tan cariñoso, tan romántica. Luego de nuestro encuentro me abrazo en su cama, beso mi frente y me dijo:

-Lo siento, realmente me puse muy sentimental, hablar de ese tema aun me pega mucho y tal vez te he lastimado con lo que dije.

-Realmente no, solo fue un poco difícil para mi ver como te sentías, por favor no te vuelvas a culpar por lo que paso, tú luchaste por las dos, pero tristemente no todo en esta vida es perfecto ¿Por eso pusiste esa cara el día que llegue al consultorio?

-¿Que cara?

-Cuando te dije que era posible que estuviera embarazada.

-Es que realmente no es mi meta actual tener un hijo con una desconocida con la que tuve un acoston, realmente no se si quisiera tener hijos luego de lo que pase.

¡Eso si dolió! Tristemente ya entendía mi papel en todo el tema, así que decidí de una vez por toda salir de ahí.

-Lo siento, pero recuerdo que debo ir a resolver un problema del trabajo.

-Ok tranquila, yo te llevo.

-Tranquilo, es cerca de aquí y llego caminando, no necesitas moverte.

En el momento que se levantó a vestirse ya yo estaba lista, agarre mis cosas y salí lo más rápido que pude de la casa, él me llamo varias veces a mi teléfono, pero me abstuve de contestar.

Continuará...

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Este relato es la continuación de un relato erótico largo, te recomiendo leer las partes anteriores para entenderlo. Quedarán atrapados en esta seductora y romántica historia:

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Nota: Las imágenes Hombre llorando, Mujer deprimida y pareja besandose fueron editadas en la página Free Online Image Editor.

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