Relato: Milagro en navidad; el verdadero obrar

Era el mes de diciembre de 1980, Eva María una niña de 8 años delgada, cabello liso; con el corte de cabello redondo, que estaba de moda y combinaba con su linda cara. A esa edad como cualquier niño de esa época creía en el niño Jesús, que en otras culturas lo conocen como Santa Klaus.

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Ella deseaba que el niño Jesús le trajera una bicicleta de regalo de navidad, todos los años desde que aprendió a escribir le hacia la carta y la ponía en el árbol de navidad y siempre la traía una muñeca de trapo color negro, y ella ni la veía; lloraba a escondida y en silencio y preguntaba porque a sus dos hermanos mayores les traía sus bicicletas y a ella solo muñecas de trapo.

El día 22 de diciembre Eva María llorando le dice a su madre: “¿mami porque a mis hermanos el niño Jesús les trae bicicletas y a mi solo muñecas de trapo negras? Yo no las quiero”. Su madre no le podía explicar que su padre era “el niño Jesús” pero por su formación ideológica anticuada y machista del siglo XX…. Al él no le gustaban las bicicletas para las niñas. Rita es el nombre de la madre de Eva María. Ella sentía que le dolía el corazón y se le hacia un nudo en la garganta, no conseguía como explicar a su hija el porqué de esa injusticia.

Esa noche Rita habla con su esposa: “¿no hay manera de complacer a la niña y comprarle la bicicleta? Ella llora mucho porque a sus hermanos el niño Jesús si les trae lo que ellos le piden y a ella no, ¿qué quieres, que ella crezca con ese trauma por tu culpa?”

Manuel, el padre de Eva María le contesta que las bicicletas no son para niñas solo para varones, Rita le contesto: “bueno por lo menos cámbiale el regalo que la niña ya tiene pesadillas con muñecas negras”.

El día 23 de diciembre en la mañana llego de visita Carlos, el hermano de Rita y su esposa, al rato Rita los invita a tomar café en la cocina, los niños habían salido con su papa a comprar lo que hacía falta para la cena navideña del día siguiente.

Rita le comenta a Carlos y su esposa que sucede con Eva María y el porqué su esposo se niega a complacer a la niña, les dice: “él es tan terco que ni que baje un ángel del cielo lo va a convencer de comprar la bicicleta y esa niña me tiene preocupada todo lo que hace es llorar, tan solo que Dios me haga un milagro”. Carlos responde: “no te preocupes hermana esta noche te ayudo con ese problema, voy a tratar de llegar a un acuerdo con Manuel-

Esa noche después de cenar, los adultos estaban en la sala jugando cartas, tomaban cerveza y los niños estaban afuera jugando. Carlos decide abordar el tema de la niña con su cuñado y le dice: “Manuel yo quiero hacerle un regalo a mi sobrina y comprarle una bicicleta pero Rita me dice que tú no quieres, me imagino que temes se vaya a lastimar pero yo me comprometo a enseñarla a manejar, ¿me permites hacerle ese regalo a mi sobrina?, ¿Rita cuánto cuesta la bicicleta? Y ella responde: “280Bs, no es lo que cuesta es que Manuel es muy terco”.

Manuel se levanta de la mesa tirando las cartas, por su actitud se nota que está molesto por el tema de conversación y le dice a Carlos: “la única manera que yo cambie de opinión seria que Eva María entre ahorita por esa puerta con el dinero en la mano exactamente de lo que cuesta la bicicleta”. Todos se miraron tristes, era imposible que algo así sucediera; a Rita le ruedan lagrimas por sus mejillas. En ese momento entra la niña con una algarabía gritando: “papá, mamá, tío, estaba paseando con mi hermano en la bicicleta y nos caímos, nos tropezamos con una piedra y me encontré esta paca de billetes y son míos vamos a contarlos”. Los contaron una, dos y tres veces y exactamente eran 280Bs y así fue que el niño Jesús le trajo su regalo a Eva María y a Rita su milagro de navidad, ya Manuel no podía negarse había dado su palabra y eso para él era la Ley.

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