Una de las películas más nominadas en la última entrega de los Oscars fue Vice, la biopic sobre el político Dick Cheney, escrita y dirigida por Adam McKay y protagonizada por Christian Bale en una actuación de lujo. Sin embargo, hace algunos años, McKay sorprendió a propios y extraños con otra comedia dramática, biográfica, también escrita y dirigida por él, sobre la crisis financiera del 2.008.

La primero que muestra The big short es que la crisis era, no sólo previsible, sino evitable. Unos tres años antes de que explotara la burbuja del mercado hipotecario en 2.008, cuatro sujetos, de alguna manera u otra, llegaron a la conclusión de que el sistema iba a colapsar. Michael Burry (Christian Bale) a cargo de una empresa de inversiones fue el primero que al analizar las cifras, las fechas y la naturaleza de las hipotecas, predijo el colapso. Quiso comunicarse con las autoridades para advertirles, pero no le prestaron atención. En los Estados Unidos, en esa época, el mercado inmobiliario estaba en alza y las hipotecas se consideraban "seguras" porque nadie iba a dejar de pagar por su casa. Aunque no sepan mucho de economía, sólo tienen que entender esta premisa básica: las deudas son negociables.

Si A le debe a B pero B necesita el dinero antes del cumplimiento del plazo, B puede vender esas deudas a C quien cobra una comisión y espera el vencimiento del plazo para cobrarle a A. Es un ganar-ganar, porque si A paga su deuda como tiene que ser, B obtiene liquidez antes del vencimiento y C obtiene su comisión. De manera que negociar con deudas es viable y si se tata de deudas "seguras" en las que A va a pagar, entonces no hay ningún problema. Por ello, los banqueros se sorprendieron mucho cuando Michael Burry decidió hacer algo insólito: apostar contra el mercado de la vivienda a la baja. ¿Qué significa eso? ofreció a los bancos una especie de apuestas que decía, con términos mucho más técnicos, lo siguiente: si el mercado colapsa, yo gano.

¿Estaba apostando contra el sistema? Sí. ¿no es algo arrogante? no, porque tenía la seguridad de su conocimiento; la arrogancia estuvo de parte de los banqueros que, confiados ciegamente en el sistema, no vieron la advertencia que representaba la propuesta de Michael. Vale la pena destacar que no existía el tipo de instrumento financiero que él requería, así que tuvieron que redactarlo. Michael definió plazos, pagos e incluso escogió cuáles eran los fondos de hipotecas contra los que quería apostar. ¿Había algún riesgo? por supuesto. Mientras el mercado no colapsara, Michael debía pagarle al banco y como su apuesta era millonaria, sus pagos también eran elevados. Pero ¿valía la pena? ¿que sabía Michael? En pocas palabras, Burry sabía que las hipotecas estaban mal calificadas y que la gente que las contraía no iba a tener la posibilidad de cancelar las cuotas especiales que iban a coincidir en el año 2.008; y si mucha gente deja de pagar, pues el mercado se cae. Él lo sabía y fue el primero en aprovechar la oportunidad, aunque lo tildaran de loco en el momento.

De manera casual, Mark Baum (Steve Carell), a cargo de otra firma de inversiones, Jared Vennett (Ryan Gosling) empleado de un banco y Charlie (John Magaro) y Jamie (Finn Wittrock) dueños de una pequeña empresa de inversiones (que luego acuden a Brad Pitt por asesoría), se enteran de lo que Michael hizo y aunque todos los demás se ríen de su excentricidad, estos hombres piensan Aquí está pasando algo. Baum decide investigar los fondos, las hipotecas, acuden a las urbanizaciones, revisan la exposición de los bancos y la posibilidad de que en verdad ocurra una catástrofe. La realidad los golpea de frente: la crisis no sólo era posible. Era segura: Los bancos comenzaron a dar créditos hipotecarios a diestra y siniestra a las personas sin investigarlas debidamente o sin preocuparse mucho de su capacidad de pago: inmigrantes ilegales, personas de bajo recursos, strippers, todos obtuvieron créditos para adquirir viviendas aún sin calificar debidamente. ¿Por qué? porque los banqueros ganaban comisiones por cada hipoteca que otorgaban. ¿Y los mecanismos de control? ¿no había alguna empresa encargada de calificar esas hipotecas según las condiciones del contratante? sí, pero estas firmas estaban confabuladas con los bancos y aprobaban las calificaciones que el banco requería. ¿Se trató de un macabro plan para destruir la economía? ¡Ojalá! No fue por maldad, sino por codicia e ignorancia, que condujeron a tantos a la desgracia.

Una de las cosas que más me gustó de la película es que aunque las instituciones financieras y los entes gubernamentales estaban confiados en la solidez del sistema porque no quisieron ver el peligro, nuestros protagonistas, si bien apostaron contra el sistema y obtuvieron ganancias millonarias cuando todo estalló, en todo momento mostraron una actitud de repugnancia y de abatimiento: para ellos poder ganar, millones tenían que perder y esto lo recalca Ben Rickert (Brad Pitt) cuando pide a Charlie y a Jamie que no celebren airadamente. Millones de personas se quedaron sin trabajo, sin hogar, muchos se suicidaron. Fue una gran tragedia por la cual los responsables no pagaron. Apenas encarcelaron a un banquero, salvaron los bancos y no retribuyeron a los ciudadanos lo que habían perdido .

Dirección, guión, fotografía, montaje, escenarios, todo funciona perfectamente, al igual que las actuaciones. Quizás a muchos no les llame la atención el mundo de las finanzas, pero McKay consigue transformar el aburrido mundo del dinero en un apasionante drama con tintes de thriller, que logra provocar tensión e intriga en el espectador, manteniéndolo pegado al asiento. Y si no saben de finanzas, no se preocupen. Las premisas básicas son sencillas de entender y cuando en la cinta se presentan algunos conceptos complejos, con mucho humor, McKay inserta explicaciones sencillas dadas por Margot Robbie, Selena Gómez y Anthony Bourdain. Esta es una de mis películas favoritas, la he visto varias veces y siempre la disfruto. Para mí es un 10/10 y creo que su mayor éxito está en denunciar en voz alta lo que las personas ignoraban; es decir, quiénes fueron los verdaderos culpables y en manos de quiénes está una de las economías más influyentes del mundo entero. El panorama no es muy esperanzador en cuanto a esto, pero saber la verdad es indispensable para saber cómo protegerse de los riesgos.