Las excusas van perdiendo lugar
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,
Efesios 2:13-15
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Uno de mis temas predilectos en los hago mas énfasis es en la obra de Cristo y la mayoría de sus aspectos redentorios.
Jesucristo es "Nuestra paz". En muchas ocasiones nos esforzamos en tranquilizarnos diciendo o tratando de entender "Ahora soy cristiano y tengo que tener paz, tengo que estar tranquilo".
Antes, cuando aún no le reconocimos a Jesús como salvador estábamos alejados de Dios, éramos lejanos. Como hemos visto antes "El pueblo de Dios solo era Israel", nosotros como gentiles NADA teníamos que ver con Dios.
"Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo."
La sangre de Jesús habla de su sacrificio expiatorio, ese sacrificio que cumplió la demanda de Dios que mediante la ley el que cometiere pecado debe morir, una ley santa que solo un santo podía cumplir.
Ese sacrificio, nos hizo cercanos a Dios, por medio de la vida de Jesús Dios nos ve como HIJOS, ni mas ni menos.
Vemos en los versos 14 y 15.
Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,