Hablamos de tatuajes y la mayoría de personas lo asocian directamente con un tabú o algo indebido. No es raro escuchar un sermón de parte de un familiar sobre su "fealdad" o "indecencia". En base a esto suele ocurrir incluso más a menudo que los hijos vean este arte como un medio de rebeldía y libertad, lo que por consiguiente lo convierte en un símbolo de algo malo o dañino en la sociedad generalizada.

Esta visión negativa hacia los tatuajes son los que causan su mal interpretación en el mundo del arte. Ya que el mismo, a diferencia de otros es más bien efímero al desaparecer con su portador.

Su creación tiene la capacidad de infundir gran numero de emociones que pueden ir desde el completo agrado hasta el completo desagrado del arte. En base a esto es que vemos como en la sociedad las personas suelen preguntarse cual es la significante de un tatuaje. Su significante real viene dado dependiendo de la cultura en donde sea expuesto, la época y quien lo porta principalmente. Aunado a esto el tatuaje puede traer importancia según su estética ya que permanecerá con el portador el resto de su existencia.

Hay que tener en cuenta además que el tatuaje es una creación proveniente de un artista, quien con su talento, experiencia y capacidad creativa plasma en los cuerpos su arte. Por todas estas razones el tatuaje tiene la potestad de ser considerado como arte.

Remontándose desde épocas antiguas

En Grecia muchas de las esculturas tenían un ápice cultural cercano a temas divinos para homenajeares o pedir protecciones. En la edad media el arte era netamente inquisitivo y evocaban la gracia de dios. En el romanticismo era el arte como sentimiento del hombre romántico. Así mismo el tatuaje toma significancias según su época y cultura en donde se desempeña.

Tatuajes, como protección eran vistos desde el antiguo Egipto hasta tribu Africanas. Para los Maories, un tatuaje era símbolo de documentación de vida.

Hoy día, el tatuaje es un medio de conmemoración más que todo, en donde recordamos familiares, momentos difíciles o muy felices, amores del pasado, pensamientos, palabras, obras, música y un sin fin de significados que rotan en torno a la persona tatuada. El tatuaje puede poseer diversidad de significancias así como las tienen las demás artes, su diferencia recae en que el significado de alguna u otra forma esta ligado a quien lo porta, haciéndolo de existencia personal. Sin embargo, para que este sea tomado como obra de arte debe tener estética y calidad.

Un tatuaje debe estar dibujado en la piel con lineas de color negro obteniendo un bordeado. Posterior se sigue el relleno donde las sombras y colores son los encargados de los detalles.

Los maories consideraban como tatuajes dignos aquellos que poseyeran símbolos geométricos bien realzados y colocados adecuadamente en la piel del portador. Estos tatuajes a su vez debían ser estéticamente correctos ya que narraban historias de la vida de quien lo porta y eran a su vez una manera de vivir después de la muerte.

El tatuaje funge como arte, detrás de cada uno de estos trabajos existe un tatuador, un autor y artista que verdaderamente se encarga de interpretar y convertir las ideas en la obra de su cliente.

Convertirse en tatuador profesional tiene la misma dificultad que ser pintor profesional, músico o artista audiovisual. Existen muchas técnicas para dar pie a una obra, las cuales además requieren un proceso arduo de aprendizaje y puesta en acción. Así mismo el artista debe desarrollar con el tiempo su firma o magia que los distinguirá del resto de tatuadores.

Esto aplica totalmente al arte del tatuaje; técnica, originalidad y creatividad para hacer del tatuador un buen artista. Además a diferencia de otros artes, no hay alguna escuela o universidad donde puedas aprender y estudiar a fondo el arte del tatuaje. Se aprende mediante la relación entre maestro y aprendiz, remontándose a culturas japonesas y más allá.

Hoy día, quien quiere aprender este arte debe estar a total disposición de un maestro para poder aprender a tatuar. Cuando el maestro se da cuenta que el aprendiz posee la experiencia y capacidad es cuando este tiene permitido tatuar.

De esta forma, dado a que el tatuaje posee diversidad de elementos que mezclan estética, significado, persona y cultura, debemos ver al tatuaje como un arte, tal como si viéramos a un director de cine, ilustrador, fotógrafo, músico, entre otros.

No veamos el tatuaje como un tabú ni mucho menos como un símbolo de modismo. El tatuaje va más allá de algo trivial o de simple movimiento social o en masa. Al contrario, es un símbolo de misticismo y de traer la ancestralidad a la actualidad, un arte que era practicado por sabios y lideres antiguos, en donde la estética iba más allá de conceptos pragmáticos de belleza.

Las personas que portan tatuajes deben conocer el significado histórico tras este arte. Deben disfrutar de su tatuaje tanto como puedan, viendo la espiritualidad y el simbolismo que posee. Así mismo, los tatuadores deben verse ensimismados como una persona encaminada a continuar darle significante a este arte.

El tatuaje como arte, es efímero como nuestra vida, pero su significancia debe tener la fuerza para morir enterrados con él.