Nunca serás el de los poemas

Siento el borde de tu boca jugando con la mía y ese único olor que no puedo describir; el cuarto vuelto un desastre mientras la luz fuerte atraviesa la ventana, hablas como de costumbre y realmente sigo sin escucharte porque solo mirarte basta para irme de viaje a lugares poco comunes. La música sigue ahí y yo sigo sin saber de dónde viene.

Cuanto tardo en darme cuenta que no es más que mi cuarto y el profundo silencio junto a la oscuridad atrapada en cuatro paredes. Tan solo era un sueño, tan tangible que pude haberme quedado a vivir ahí.

Han pasado 27 lunes y ya no soy la del cuarto y tú nunca serás el de los poemas.