Horas después y aun sin energía eléctrica, luego de ordenar la casa, dada por vencida, busqué la forma de palear la ansiedad inducida, haciendo algo productivo o que me distraiga de lo abrumada que estaba.

Agarré mi cuaderno y mi lapicero, dibujé mucho, mucho, tuve muchísimas ideas, tanto que llené mi cuaderno con imágenes.

Evité que mi estado de animo influyera en lo que dibujaba, y asi me sumergí en la ternura que trato de plasmar en mis creaciones.

Por cierto por ahí viene un capítulo de mi querido PEO (Pedro Enrique Ortega) sé que lo esperan desde hace rato, pero como son tantos dibujos de él en una sola presentación, demoro días en hacerlo.

Caminaba por la casa con el cuaderno en mano, de un lugar a otro, además que no tenía energía eléctrica, llovió y se mojó la casa por dentro, algo normal ya, cuando sequé el agua me fije que quedaron dos manchas en el suelo, asemejaban una ballena, mi imaginación voló.

Entonces estas dos manchas que vi en el suelo, las dibujé en mi cuaderno, le tomé una captura para mostrarte, cómo de algo que no es estético ni bonito para nada, puedo transformarlo en algo muy hermoso con imaginación y la mejor disposición.

Y me perdí entre mis diseños, horas dibujando, imaginando, salí de las preocupaciones y de pronto, llegó la energía eléctrica y me abarroté de responsabilidades, bienvenida a la realidad.

Aun así no me evito disfrutar de lo que hago.

Un fuerte abrazo para todos, espero puedas también disfrutar de mis diseños de hoy, hechos con todo el cariño del mundo.