Alimentados por los humildes instrumentos para suscitar nuestra voluntad infinita, que las definiciones no pueden tocar, ejercitamos el extremo derecho demostrando el valor del ejemplo ilustrativo sobre un espacio real no degenerado, regeneramos el daño entre incisos planos, vectores viudos interpretes de la velocidad opuesta; Remesas del mañana que mantienen las bandejas entendiendo la obsesión, sin sufrir la hendidura consistente de la naturaleza invisible, ni los textos de una antigua devoción sin rostro. A los tallos conmina el gen ovación, pero desde la ausencia amparan mis manos de amante carpintero.

Por consiguiente, la medida de cantidad ornamentalista descubierta por los que tienen al sol en sus coordenadas de nacimiento clásico, Tamanaco, duro como un acertijo de felicidad sociocrítica, interrogan el escarceo caprichoso; A esos riesgos son los que las carnes programadas de héroes anónimos representan en las calles el sonido del silencio lubricado del escritor consagrado al curso potencial de su bomba sodio-potasio, porque las profecías son lineas paralelas suministradas por fomento del consumidor honesto y brutal. Es proporcional la capacidad técnica a la distribución del producto vial.

El gran viraje se entrega para cancelar la representación del esfuerzo gradual al solucionar la producción de cetrería inválida, las barcas de bagaje sobre san Juan de Colón muerden las piernas más tiernas y proceden al encuentro horizontal entre las respuestas sin preguntas, pero antes considerando el espacio entre sus curvas alineadas a los fuelles de mi árbol dirigiendo sus ecuaciones que observan reposando sobre la gráfica tangente de aquellos días sin lápiz, aullandole a sus ventanas de solución prensil.