Para mediados del 2016 en un periodo vacacional decido partir hacia el estado Falcón ubicado en el extremo más al norte de la Venezuela continental, un lugar lleno de mucha vida y característico por ser la zona más desértica de todo el país. Al adentrarme en la península de Paraguaná, observo la bienvenida con un desierto en un istmo a medio del mar, lo que me pareció impresionante. ya que era una especie de bienvenida a un lugar mágico que me gustaría enaltecer. aquel lugar lo recuerdo como un área de vida naranja donde el arquetipo de espacio es catalogado como homogéneo entre la mayor heterogeniedad.

La magnitud de asombro era cada vez mayor llevándome a montar el carro y seguir hacia centro del desierto donde podía observar el mar, con algunas casas en la vía que expresaban una cultura afroamericana. que a su vez engalanaba el paisaje con el mar y sus especies.