64 tonos de Buenos Aires, un poema interactivo

Un espectro de 64 tonos que podrían remitir a un pedazo de cielo azul, al rojo de la línea B de subtes, al amarillo de un taxi, al verde de un pañuelo, al blanco del obelisco, al gris del asfalto, al naranja de un transporte escolar, al bordó de un ladrillo, al verde de un puesto de diarios, al negro de una teja, al azul de un cartel de estacionamiento, a los colores de un colectivo, a las banderas de una marcha, a los grises de la arquitectura porteña y reposando sobre ella, a los reflejos del Sol.

Navegando por ahí uno encuentra joyitas que parecen sacadas de un Internet de comienzos del 2000, de esa buena época cibernetica en donde no existían las criptomonedas, menos proyectos como Steem, pero si existía un ciberespacio más descontracturado y descentralizado.

64 tonos de Buenos Aires presenta un piano vertical de 31 m en el cruce de Corrientes y Callao, punto neurálgico de la city porteña. Es un proyecto liderado por el artista Jorge Pomar, que junto con amigos se propuso encontrarle la canción de Buenos Aires pero terminó encontrando una ciudad dirigiendo una orquesta.

Lo primero que pensas al verlo es, ¿por qué no se le ocurrió a nadie anteriormente agregarle de esa manera colores y un sentir a un espacio inerte que sólo lograba dejar impasibles a los transeuntes? Las personas ni se fijaban en la vieja y corroída medianera de aquél edificio que tuvo como habitantes a grandes figuras como Carlos Gardel.

Allá arriba, cerca del cielo, a 31 metros del piso, en el primer tono azul, incrustado en la pared, hay un texto escrito en un papel. ¿Qué dice? Te invito, como te invitan ellos a escribir unas palabras de lo que te genere la ciudad.

Hasta hay una excelente playlist que te teletransporta a la ciudad, de la que uno puede colaborar ingresando en la página para dejar una canción-himno de lo que es Buenos Aires.

Poemas que se superponen con todos los colores, van quedando uno a uno, como notas en un piano, para que el ávido insaciable lector pose sus ojos una vez más en bellas palabras de amor.

Por último, cuentan que en el primer tono azul, hay un nota incrustada en una grieta con un poema escrito. ¿te animás a dejar el tuyo?