Aquaman y Más Allá del Mero Entretenimiento

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Aquaman se convirtió en la película basada en un personaje de DC Comics más exitosa de la historia. Los críticos aplaudieron los escenarios, las actuaciones y, sobre todo, el factor entretenimiento, el cual contrastó con las dos primeras producciones sombrías del universo compartido (Man of Steel y Batman v Superman), las cuales dividieron a los fans. Ésta, en cambio, sumada a la también alabada Wonder Woman, parecía encaminar bien a la franquicia. Sin embargo, reducir todo al factor entretenimiento me parece infravalorar el valor temático de estas cintas. En este post hablaré del mensaje que se muestra en Aquaman, que va más allá de las explosiones, las batallas y persecuciones en hermosos escenarios.

En el filme el mensaje principal es el de la comunicación. La comunicación es la clave para resolver los conflictos, incluso guerras. Arthur Curry, como es conocido nuestro protragonista, tiene la capacidad de comunicarse con todas las especies marinas existentes. En este punto empieza el desarrollo de la metáfora. Él usa su poder para entenderse con otras especies y así llegar a acuerdos y hasta conseguir ayuda. Almejas gigantes, depredadores y hasta un titán marino. Con éste último pasa algo curioso. Éste viene con toda la intención de matarlo, pero al darse cuenta que Arthur puede entenderle (algo que nadie podía), éste baja la guardia y ambos logran entenderse y congeniar. Este hecho es importantísimo en términos temáticos, ya que la película gira en torno a un conflicto entre la especie atlante y la especie humana, que hablan un mismo idioma (el inglés, convenientemente) y aún así pareciera que no logran una buena "comunicación". En cambio, Aquaman logra congeniar con muchos tipos de especies diferentes y busca primero hablar antes que tomar las armas.

Debido a la falta de disposición por comunicarse entre sí, los humanos y atlantes estaban al borde de una guerra mundial. El punto máximo de la exploración de este tópico es la última línea que Arthur le dice a Orm, su hermano y antagonista: "hablaremos". Esto para cuando el segundo cumpla su sentencia, claro está, pero se muestra cómo a pesar de estar en lados opuestos del espectro político e ideológico, Arthur está dispuesto a conversar en lugar de pelear.

Y esto me lleva al otro punto resaltante de la película: la política. La forma en que la política es mostrada es altamente realista. En especial desde el punto de vista de Nereus, el padre de Mera. Este personaje empieza como alguien que está en contra de la invasión a la tierra propuesta por Orm. Sin embargo, cuando éste organiza un ataque falso a la Atlántida supuestamente realizado por los humanos para conseguir el apoyo de los demás reinos y del pueblo, Nereus termina apoyándole "forzosamente". La verdad es que Nereus deseaba invadir la tierra, pero como buen político, no mostró sus verdaderas intenciones, sino que esperó que otro hiciera lo que él deseaba. Incluso al final, cuando Orm es capturado, el primero en reconocer a Arthur como rey es, irónicamente, el mismo Nereus. No porque éste le apoye. Sino para seguir con su rol de alguien neutral. Su rol de político. Nereus no sufre en lo absoluto. Es el villano que actuó como debía para no enfrentar consecuencias y que no recibe un abandono en el apoyo militar ni del pueblo. Este hecho muestra cómo funciona muchas veces la política. Cómo se aprovechan de ciertas circunstancias, las cuales explotan para así hacer sus fechorías.

Por esto y más, Aquaman es una película que va más allá de los muy aplaudidos momentos de acción y de humor. Aplausos merecidos, pero que no hacen justicia a una película bien pensada y que no se limita, como el título dice, al mero entretenimiento.

@jairosanchez