Lo has conseguido en efecto, que la cabra deje de brincar sin soltura y que el miedo que pude haber despedido en aquel crucero venga de nuevo a nublar mi alma. Por el momento, me quedaré quieta para no hacer ruido y encontrarme otro ser o mítica fiera que pueda quizás romper algo más que un corazón ya roto tantas veces....

...lo esperaré porque se que tu has migrado a picar a otras criaturas por mera diversión o quizá en espera de ser bien correspondido - eso nunca lo sabremos - y quizá me acerque para poder ver que has hecho, con quién vas caminando o quién te ha dejado en el olvido. Eres así lo que ha sido, lo que nunca perecerá porque quedará en mi alma tal vacío de lo que pudo haber sucedido. Las cenizas las echare debajo de la alfombra para que ni las visitas sepan que ahí están escondidas - nadie lo sabrá mas que yo - que mientras ellas platican yo soñare con el momento de poder interrumpir aquellas hazañas con algunas mejores creadas contigo y empezar a platicar más de aquel escorpión con voz de terciopelo que le dio a la cabra días de ensueño. Se que no pasará y así me quedo callada y viendo hacia sonido del viento chocando con la rutina, y así me quedo con ojos de ensueño cada vez que tu recuerdo pase de nuevo.

Ahora sé que aunque pase por tu escondite, no saldrás ni aunque me oigas corriendo, saltando y gritando, pues sé que prefieres estar masticando o fumando hierbas o siendo ahuyentado por otra que miedo tiene de tus picaduras extremas. ¡Lo sé y lo sé bien, ya no te soy de interés! ... así que me despido mi raro amigo.