El enigma de Baphomet (223)

in #spanish6 years ago

Sin duda, Clara fue la artífice de que sintiera especial atracción por la provincia de León y por su historia, sobre todo la de la Edad Media. Me quedé hipnotizado después de que el profesor me lo propusiera; tanto fue así que, incluso habiendo terminado mi carrera de Ingeniería, la dejé aparcada durante una temporada, y he llegado a adquirir en un anticuario una tabla auténtica que no está catalogada en ninguna parte, ni en la Dirección de Bellas Artes ni en ningún ministerio. Representa la Sagrada Cena con Jesucristo y once apóstoles; le falta un apóstol; no sé si se trataría de Judas, al que intencionadamente no lo pintaron, o es que se habrá perdido al desgajar la tabla del ensamblaje donde continuara la pintura. Ocasión habrá de hacerle una fotografía y colgarla en internet amén de otras fotografías de pergaminos, de la miniatura de San Gregorio Iluminator y tantas otras. De momento la guardo yo, que para eso la he descubierto. Eso queda pendiente, porque también tiene su interés, pero sin duda procede de un robo sacrílego.

Captura de pantalla 2018-10-12 a las 12.45.02.png

Captura de pantalla 2018-10-12 a las 12.45.10.png

No revelaré dónde fue robada hasta que no tenga la seguridad absoluta. Aunque creo que ya sé de qué iglesia procede, y sólo me faltan unos detalles para demostrar que lo sustrajeron las tropas de Napoleón Bonaparte y después la perdieron en Sahagún de Campos al retirarse definitivamente de España al final de la Guerra de la Independencia.
Si algo bueno he aprendido del último lenguaje televisivo, es que, hasta no tener pruebas cien por cien seguras y ciertas, es mejor tratar el delito como presunto, aunque suene al jamón portugués el vocablo. Ha habido tantos robos de obras de arte sobre todo en recintos religiosos, que habría que hacer una catalogación, tanto de las robadas, como de las que se guardan en sus depósitos y museos. Pues no arranco. Vaya manera de empezar a trompicones, pero bueno, seguro que, cuando avance en el relato, el estilo literario irá saliendo cada vez más pulido, como le ocurrió a Roderico.
Aquel verano de 1983, antes de empezar la carrera, yo me encabezoné como un verraco; le había propuesto a Clara irnos en autostop a París, y allí ingeniárnoslas como pudiéramos. Como habíamos tenido profesores de todas las latitudes, algunos nos habían hablado de sus andanzas universitarias por Europa y sobre todo de París. Algunos de nosotros llegamos a mitificar esta ciudad de tal manera que, seguramente, nos íbamos a llevar un chasco cuando la conociéramos, como siempre que alguien te canta las excelencias de algo y, en el momento que lo conoces, la desilusión se desboca y te invade el vacío. Ahora —¡a buenas horas!—, reconozco que hice el tonto por no haber contado a Clara todo lo que traía entre manos: buscar los pergaminos tras de los que andaba el profesor de Lengua. Yo sólo deseaba que ella confiara en mí, ciegamente. ¡Hay que ser idiota! Yo, desde luego, me imaginaba París brillante en todos los sentidos, y no era para menos, ya que aquellos profesores nos habían hablado de París como símbolo de la libertad, sobre todo los que la patearon en el año l968. Evidentemente, la libertad incluía la libertad sexual que, en definitiva, a nuestra edad era lo que más nos atraía. Clara torció los labios cuando le propuse que nos fuéramos. Presentía que constituiría un gran problema con sus padres el mero hecho de proponerlo, como así fue, y la negativa vino de inmediato.

Coin Marketplace

STEEM 0.32
TRX 0.11
JST 0.034
BTC 66004.40
ETH 3243.40
USDT 1.00
SBD 4.19