El silencio de la individuación

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No todos los relojes en Venezuela dan la hora, como tampoco no todos los zapatos tienen suela y los carros cauchos. Así como tampoco no todos los niños comen, ríen, estudian y viven, al igual no todos los baños tienen agua. No todas las armas son de juguetes. Andar caminando sobre la tristeza no es lo efímero. La alegría la recibes llorando por pura melancolía al ver que la extrañabas y llegó, pero volverá a irse.

En Venezuela lo extraordinario es que consigas pan en la panadería. Muy extraño que consigas medicamentos en las farmacias, en los bancos dinero. La carne es de burro, la yuca envenena, el hambre es de hierro. Quien camina a tu lado es dueño de tu miedo, y puede que de tu existencia. Ficción y verdad; realidad y mentira.

El político es un militar, el militar es empresario, y el empresario político. El narco es una novela hecha país. El voto se quita con cárcel, el congreso se asesina solo, el tribunal ilegítimo legisla, y el que usurpa enjuicia. Si no eres chavista-madurista eres enemigo. El profesor es un pendejo, el cadivero un héroe. El malandro es policía, y persigue al que va a la universidad. Una lavadora de billetes, y la basura llena de manos, llena de bocas. El estudiante es un terrorista, el terrorista vicepresidente. Houston queda en Aragua y Choroni en la mierda. Viajar sin retorno, el aeropuerto es llanto.

En mi individuación; me levanto y me acuesto, soy en lo mío. Viendo como la gente se pelea en una cola, como callan si tu caes. Sobreviven y se apresuran. La bandera la levantan en un selfie. Los oficialistas ponen en las radios el himno cantado por el difunto Chávez y no quien lo escribió y lo hizo. La democracia la hacen a su manera, ¿yo que puedo hacer? ¿Huir? ¡Ajá! Mi vida la salvo, y tu vida... ¿Y que es tu vida? En silencio recuerdo a todos los que luchan y me hago consciente que esto cambiará más pronto que tarde.

¿Cómo hacer una lucha de todos?

Escrito por Jhon A. Romero.-