Fuente: Álbum Familiar
Buenos días a todos los que han llegado hasta aquí. Agradezco mucho la compañía que brindan a través de sus lecturas, hoy miércoles es el momento de recordar las historias de ¨Jacinto¨. Un joven que hace todo lo que está a su alcance para subsistir en la gran Ciudad. La capital del país es hermosa, pero si no posees un pequeño lugar en donde vivir las pasas mal.
La vida de un provinciano en la gran ciudad es como un jugo de azar, nunca sabes cuándo obtendrás el premio gordo o simplemente recibirás un premio menor. Jacinto vio pasar a tantas personas por la plaza constitución, algunas con muchos años de haber llegado y seguir remando sin poder avanzar, otras sin embargo, al poco tiempo de su llegada gozaban de los beneficios de trabajar en la capital del país.
Desde su llegada a ¨Buenos¨ ¨Aires¨ la ¨suerte¨ nunca lo acompaño, por alguno motivo las cosas buenas se negaban y aquellas que se dieron, no fueron por mucho tiempo, de todas ellas las que más le afecto, fue el traslado del gerente de ¨Ferrocarriles¨ ¨Roca¨. Esto desbasto a Jacinto.
El gerente fue sin dudas lo mejor que le pudo pasar desde su llegada a la capital. Contribuyo a resolver dos problemáticas muy común en la ciudad, ocupándose en dar un lugar en donde ganar algo para cubrir sus gastos y un espacio en los vagones en donde pudiera descansar. Extremadamente necesario para subsistir en la gran ciudad.
Conseguir un lugar en donde alojarse es un tema de conversación y una enorme complicación para aquellos que llegan del interior, incluso hoy en día se caracteriza por ser un gran impedimento para que el provinciano pueda conseguir un departamento para alquilar en Buenos Aires. No solo se trata solo del dinero, lo que más cuesta es conseguir las garantías de alquileres.
El traslado a otra provincia del gerente significo volver al principio, acondicionar el banco de la plaza para dormir en las noches y buscar en donde resguardar sus cosas durante el día, mientras buscaba alguna changa para realizar.
La crisis en el país siempre fue una constante, las personas no ganaban mucho dinero para darse el lujo de contratar empleados y menos aquí, donde las ¨cargas¨ ¨sociales¨ son muy elevadas. En esta situación el trabajo informal era moneda de cambio donde el canje por alimentos o productos era las pagas, suficiente para que el joven pudiera subsistir.
Vivir en la indigencia siempre fue muy peligroso, aunque no tanto como en los días en que vivimos. Para Jacinto esto no era un inconveniente, a él lo que más afectaba era ser visto por la policía Federal, quienes eran inflexibles con la ley y no permitían a las personas vivir en situación de calle
Pasar las noches pensando en ser descubierto, no permitía descansar bien a Jacinto, se podría decir que dormía con un ojo abierto. Cada tanto cambia su estrategia y se mudaba a otras plazas por algunos días. Tuvo la suerte de haber conocido algunas personas que compartieron sus experiencias de lugares seguros para un buen descanso nocturno.
Cierto día en la que colaboro mucho en las descargas de camiones y no teniendo muchas ganas de caminar, hasta la última plaza en donde había pasado la noche, decidió dormir en un parque en donde nunca lo había hecho, el cansancio del día hicieron que Jacinto durmiera profundamente y no oír nada en su entorno.
Producto del cansancio Jacinto entro en un sueño profundo, un sueño en donde unas personas tomaban sus manos para levantarlo, era tan real que dolían las zonas en donde era tomado, después de varios zamarreados cayó en cuentas que no se trataba de un sueño. Los federales trataban de despertarlo para una especie de indagación.
Jacinto quisiera que se tratara de un sueño, esto no podía suceder. Después del interrogatorio y producto de las incongruentes respuestas por esta profundamente dormido, el joven fue retenido y trasladado a la comisaria de la jurisdicción, para ampliar y aclarar cuáles eran los motivos para que viviera situación de calle.
Esta situación entristecía al Joven, estaba seguro que lo trasladarían a su Ciudad natal, algo que Jacinto no deseaba que pasara, no se podía dar el lujo de regresar a su ciudad, no sin antes haber conseguido domar a la ciudad. Un potro indomable que muchos provincianos no consiguieron pasar la prueba.
El comisario de turno explico su situación, quedaría demorado en la dependencia por averiguación de antecedentes. En necesario aclarar que en aquella época no había Internet, conseguir un informe de antecedente podía demorar hasta una semana.
Esta puede llegar a ser una situación muy preocupante para muchos, para Jacinto, siempre y cuando no lo enviaran a su ciudad natal, era lo mejor que lo podía pasar en su situación. ¡Techo y comida gratis por una semana! Cuando vives en una situación desesperada de calle, caer detenido puede ser una solución momentánea.
Esta fue la primera experiencia de Jacinto relacionado a la averiguación de antecedentes, conoció los códigos de convivencias del reo y algunas técnicas de supervivencia para aplicar y vivir seguro la vida en la indigencia.
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Hola amigo @jlufer que bueno volver a leer tus publicaciones. Con esto de la electricidad en mi país pues algo alejada. Tremenda reflexión pero el susto y la incomodidad es grande en esas situaciones. Seguimos leyendo. Un abrazo.
@lisfabian Lamento mucho la situación en la que están viviendo, deseo de todo corazón que todo pronto se solucionen. Aprecio mucho tu visita
Te deseo un gran día querida amiga