Arte y Tarot. Reflexiones: I Van Gogh

in #spanish6 years ago

Se trata tan sólo de una suposición subjetiva, que en realidad no prueba nada y tan sólo facilita unos agradables momentos de navegación, por las aguas no siempre tranquilas de ese basto y complejo mar, que en mi opinión, es la especulación. Pero me llama mucho la atención cierta frase que Vincent van Gogh le dedicó a su hermano Theo, en una de esas fascinantes cartas, que algún editor avispado y no carente, en absoluto, de visión empresarial decidió transformar en un hermoso libro, pensando que resultaría una obra cuando menos meritoria, en base a su singularidad, expresividad, pasión y riqueza de contenido.
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Comentaba Vincent, en el periodo comprendido entre septiembre y noviembre de 1883, cuando residía provisionalmente en Drenthe, que ‘si se quiere crecer, es preciso hundirse en la tierra’. Y esta frase, que seguramente a mucha gente le parecerá curiosa pero intrascendente, a un tarotista o simplemente a un aficionado a la riqueza simbólica oculta tras los misteriosos naipes de la baraja del Tarot, le traerá inmediatamente a la mente, parte de los contenidos inherentes a uno de los Arcanos Mayores más curiosos y fascinantes de la baraja: el Ahorcado.
El Ahorcado, carta a la que numerológicamente le corresponde el guarismo XII, representa a un curioso personaje, colgado boca abajo de un árbol, tipo de suplicio, por decirlo de alguna manera, que antiguamente se aplicaba a los traidores. Este suplicio, llevado a términos más crueles y dolorosos, como la crucifixión al revés, refiere la tradición que le fue aplicado a San Pedro, que proclamaba la existencia de un Dios único y verdadero, haciendo, por lo tanto, ‘traición’ al soberbio Panteón romano.
Pero la traición a la que hace referencia este Arcano Mayor –esté o no, basado en los Triunfos y los Fracasos, de Petrarca, como aseveran con cierto sentido algunas fuentes- no hace referencia a la traición mundana que podamos cometer contra los demás o contra las directrices de los poderes fácticos establecidos, sino que, por el contrario, y de una manera más íntima y personal, se dirige a la traición que podemos cometer con nosotros mismos, independientemente de que ésta, de manera colateral, afecte a nuestro entorno y por defecto, a nuestras relaciones.
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Se trata, en realidad, de perseguir y conseguir aquél viejo axioma –utilizado, incluso, por Jesucristo- basado en una frase sencilla, a priori, pero de connotaciones superlativas y sabias: conócete a ti mismo. De una manera psicológica, lo que este Arcano sugiere, es que para crecer, hay que dominar una cualidad esencial: la humildad. De manera que el personaje aquí representado, colgado boca abajo y con la cabeza prácticamente a ras del suelo, se pone, metafóricamente hablando, a la altura del gusano, liberándose de esa carga negativa –orgullo, soberbia, prepotencia, etc- que le han llevado a esa situación.
La carta, en sí, como Jano, el dios romano de las dos caras, contiene otra curiosa acepción: dándole la vuelta, la situación del personaje es completamente diferente –lo cual viene a confirmar, que siempre hay solución, o cuando menos, un resquicio para la esperanza- pues si antes los excesos de su personalidad le habían llevado a una situación evidentemente angustiosa, ahora, sin embargo, liberado de su carga negativa, se le ‘premia’, representándosele alegre y bailando una giga irlandesa.
En una palabra: transformado. Imagino que Van Gogh, cuando le escribió esa frase a su hermano Theo, debía de tener un pensamiento similar: algo así, como que para alcanzar el genio, o cuando menos la maestría o la aceptación, hay que trabajar desde el silencio, el esfuerzo y la humildad.

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diseño: @txatxy

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@tximeleta

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Poco conocimiento tengo del tarot, por lo que una vez más, me siento en una tarde de exploración contigo, aprendiendo sobre el significado de la misma, observando la figura y la relación que creas con Vincent van Gogh y la frase "si se quiere crecer, es preciso hundirse en la tierra’.

Jamás pensé que esta carta se refería al propio ser, a nuestra soberbia, tenemos que despojarnos de lo negro que llevamos dentro, para dar el giro y de nuevo poder irradiarnos con la luz.

A pesar de que el ahorcado me ha gustado, sigo pensando en que quiero ser roca... Un fuerte abrazo @juancar347.

Ja, ja, tu último comentario me ha recordado otra famosa roca de la baraja: la Torre. Tiene un significado similar, pues el Ego, por mucho que pretenda enrocarse, al final, se obstine o no, termina cayendo. Decía Ernest Hemingway (cuando todavía el Tedium Vitae no le impedía disfrutar de Pamplona, del bourbon escocés y de la pasión de escribir) que nadie es una isla. Ahora yo te digo, que nadie es una roca. Y como el Ahorcado, también las rocas terminan cayendo. Pero en tu caso, creo que hay esperanza. Como decía Cristo: 'convertíos de rocas muertas en rocas vivas'. Tú eres una roca viva. Y creo que como roca viva, sensitiva y creadora que eres, no puedes decir que no conoces o que conoces poco el Tarot. Ahora te pregunto yo: cuando creas tus cuentos, ¿qué crees que estás haciendo?. ¿Qué lenguaje crees que estás utilizando?. Piénsalo: llámalo Tarot o Cuentos de Marpa, utilizas en realidad el 'lenguaje de los sueños', que no es, sino, en definitiva, 'el lenguaje del Tarot'. Muchas gracias por tu comentario, que reta a escribir y un fuerte abrazo de muchos colores, como ese otro gran Símbolo que es el Arcoiris.

Muy interesante, como siempre, todo lo que nos traes, @juancar347.
Me parece acertado, lo hayas hecho con ese propósito o no, que hagas cierta comparación entre el contenido de este artículo y la vida de Van Gogh que, como sabemos, fue humillado y despedido de infinidad de distintos trabajos y que, cuando estaba en una de sus habituales hondas depresiones, desempleado y sobre los 27 años, decidió coger el pincel, sin ningún tipo de conocimiento al respecto, y convertirse en el humilde pintor en vida que alcanzó ese norme éxito post mortem.

En primer lugar, muchas gracias por tu comentario, @dresden, pues anima a seguir intentando aportar algo a la Comunidad de Steemit que pueda parecer interesante. Por desgracia y objetivamente hablando, el destino de Van Gogh no fue muy diferente al de otros muchos genios, bien de la pintura, bien de la literatura o de las Bellas Artes en general y por desgracia, como acertadamente dices, el reconocimiento le vino después de aquélla noche estrellada en que su espíritu decidió convertirse en peregrino en ese camino celeste que los antiguos navegantes conocían como El Candil o El Farol y que generalmente se denomina Vía Láctea. A propósito de ello, ¿conoces ese magnífico tema de Don McLean, 'Starry, starry night'?. Te lo recomiendo. Contestando a tu pregunta, en efecto, la idea de este artículo surgió de la lectura de sus Cartas a Theo y me fue sugerido al leer el pasaje que cito. Generalmente, los grandes genios tuvieron unos inicios similares, a excepción de Dalí, claro, que contó con dos buenos Ases en su manga: su padre, que era notario de cierta posición y Gala, que no sólo le introdujo en los misterios del Tarot (tema para otra ocasión), sino que también supo mover como nadie los hilos de la gran marioneta que en realidad fue. En mi opinión, posiblemente Van Gogh no hubiera llegado a ser Van Gogh (pre o post-morten) de no haber empezado a apuntar sus pinceles 'a la altura del gusano', marcada por la miserable vida de los pueblos mineros belgas donde comenzó a ejercitarse con los pinceles. Observa, si tienes ocasión, la tristeza de esos primeros cuadros y luego contempla la que quizás sea su obra más universal, los Girasoles. Y entre aquéllos y éste, piensa en este Arcano Mayor y dejando a un lado las apariencias, piensa si al final, a pesar de todo, no se invirtió su posición y aunque fuera post-morten, bien podría decirse que terminó bailando su giga. Un abrazo

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