El Gran Dios Pan, Eco y Narciso
Son ustedes muy libres de pensar como quieran, pero aquellos que conozcan parte de esa fantástica mitología que nos legaron nuestros antepasados, reconocerán, en el fondo, que incluso por aquéllos pretéritos rincones donde realidad y mito se abrazan con la fraternidad de los hermanos, la libido ya causaba estragos entre unos dioses y unos diosecillos, que hasta padecían la fiebre del aburrimiento al practicar en exceso ese somnoliento deporte que nuestros parientes, los hijos de Rómulo y Remo, denominan como dolce far niente. Es decir, trasladándolo al castellano, puro y duro como las parameras de Soria: rascarse el bolo. Y cada uno es muy libre de añadir aquello de…¡Bartolo!.
Dicen las abuelas anteriores a aquéllas que le chivaron al oído los cuentos a Calleja, que el Gran Dios Pan –que algo de tócame roque donjuanesco había heredado del propio Zeus- habiéndose encaprichado de la ninfa Eco –en efecto, como el apellido de aquél gran escritor italiano, Umberto- la acosó de tal manera, que la hermosa, para escapar de los calentones del macho –y además, de cintura para abajo, cabrío- se lanzó de cabeza a la corriente del Laon, uno de esos ríos melancólicos que pasaban por la Arcadia, convirtiéndose en cañas con las que el sátiro diosecillo se fabricó su famosa flauta. La de Pan, no la de Bartolo.
Eco, por su parte, estaba perdidamente enamorada del bello Narciso, quien, como todos sabemos, su corazón sólo tenía ojitos para sí mismo y así terminó, ahogado en el mismo estanque en el que se miraba todos los días, completamente embobado, hasta que un día se cayó en él y se ahogó. Pero como saben, sarna con gusto no pica.
Hoy los vemos a todos ellos, juntos o revueltos, mirándonos fijamente desde un más allá, que quizás sea también un más acá, acompañándonos, sin que apenas nos demos cuenta de su presencia, en nuestras fuentes, en nuestros parques, en nuestros jardines.
No puedo por menos que decirme, al fin y al cabo, cuánta razón tenía aquél querido amigo y escritor, Xavier Musquera, cuando no pudo elegir mejor título para uno de sus libros postreros, como es 'El triunfo del paganismo'.
AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual.
Te invito a conocer el mundo del que estoy enamorado.
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[Martial, latin poet]
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El esta muy refrescado ahi!
Sí, está más ancho que largo
What a seriously cool fountain and then they lovely water lilies :)
Thank you. It is a very special place and until a few weeks ago, in the middle of spring, I also had some spectacular roses.
Thats cool and thanks again for sharing these beautiful sights with us