Una vez hechos y presentados estos péndulos se desarrollaron otras propuestas sobre nuevas mejoras (como por ejemplo algunos péndulos con mecanismo de escape para mantener las oscilaciones), con estos péndulos hubo nuevos aportes para la fabricación y diseño de los relojes mecánicos, la fabricación de brújulas, péndulos para medir el pulso de los pacientes, y más tarde se empezaron a ver las primeras ideas de fabricación de metrónomos. Algunos como el historiador Lynn White dicen que fue el inventor andalusí Abbas Ibn Firnas quién hizo el primer prototipo de metrónomo, pero no hay muchas fuentes al respecto. Es muy posible que así haya sido, pero esa afirmación aún sigue en discusión. También se dice que Christoph Bernhard, quien era alumno y cantante de Heinrich Schütz, fue el primero en usar las oscilaciones de un péndulo para medir el tempo de una pieza.

Tratado de Étienne Loulié

Comienzos del metrónomo.

Loulié, Saveur y Pajot.

De 1690 a 1699 en su Francia natal Étienne Loulié estaba creando 3 dispositivos, de los cuales uno de ellos sería el que le daría más reconocimiento a lo largo de su vida. Étienne Loulié fue un músico ejecutante de varios instrumentos, pedagogo, y estudioso de la teoría musical que dedicó su vida a la propuesta de unir el estudio práctico de la música con el estudio teórico.

De hecho en su época fue uno de los pocos músicos que estaba muy al día con la teoría musical, y trabajó para personalidades importantes como la Duquesa de Guisa María de Lorena, el matemático y físico Joseph Sauveur (de 1688 a 1691), con quién colaboró en el estudio y experimentación de una nueva propuesta de lo que se convertiría en una de las ramas más importantes de las ciencias y la música, la acústica musical, y de esta colaboración derivó en él la creación de los 3 dispositivos que en las próximas líneas les mencionaré. También trabajó con un vendedor de partituras llamado Henri Foucault, con René Ouvrard y François Roger de Gaignières.

Aparte de todas las aptitudes y carreras mencionadas, Loulié también conocía sobre artesanía, ya que provenía de una muy peculiar familia de artesanos y espadachines parisienses, lo cual también influyó en la creación de sus 3 proyectos de dispositivos en 1690.

Primero hizo un rastreador de partituras en papel, y luego los siguientes dispositivos que fabricaría estarán muy ligados al trabajo que realizó con Sauveur. Estos son un metrónomo al que llamó Chronomètre, el cual sería una referencia muy importante para los estudiosos y fabricantes de dispositivos musicales, y por último y no menos importante un afinador de clavicémbalo llamado Sonomètre.

Metrónomo de Loulié

Este primer metrónomo estaba basado en el péndulo simple de Galileo, específicamente en el péndulo de segundos, oscilaba igual en un solo plano vertical, y al igual que el péndulo de Galileo las oscilaciones dependían de la longitud del hilo, solo que éste metrónomo era graduable y se ajustaba a través de unas clavijas que se incrustaban en unos agujeros. Medía 2 metros de altura, y también tenía una regla para medir las distintas alturas con sus tiempos de oscilación estandarizados. Sin embargo venía con algunas limitantes importantes, éste no producía ningún sonido, por lo que la única referencia para medir los pulsos y tempos era el vaivén constante del hilo que lastraba la bola del metrónomo, y cuando éste se situaba en la línea recta de la regla, aparte de eso no contaba con un mecanismo de escape que le permitiera continuar el movimiento del aparato sin parar.

Cuando terminó de fabricarlo lo publicó en el tratado Éléments ou Principes de Musique mis dans un Nouvel Ordre, de su autoría, y lo presentó en la Academia de Ciencias de Francia, donde en 1701 el mismo Joseph Saveur al presentar también sus proyectos producto del trabajo con el estudio de la acústica musical, le hace una crítica afirmando que las oscilaciones no las estaba midiendo en segundos sino en pulgadas, además de que las oscilaciones no estaban haciendo referencia a ninguna figura musical.

Aún así Loulié registró y presentó sus tres dispositivos ante la Academia de Ciencias de Francia, y su metrónomo fue el punto de partida para una larga lista de inventores y fabricantes para presentar metrónomos que pudieran solucionar las problemáticas que presentaba el metrónomo de Loulié. El primero en presentar su propuesta fue el matemático ya mencionado Joseph Saveur, quién trajo una alternativa con su Échomètre, pero aún tenía otros problemas a solucionar para el concepto del metrónomo, aún no se podía escuchar, y tanto el tamaño como el peso de estos metrónomos hacía muy poco práctico y eficiente su uso.

El péndulo de Galileo no solo fue el punto de partida para las mediciones del tiempo y el pulso en todas las ciencias, sino también para el estudio de todos los tipos de vibraciones en la naturaleza. La alianza que en su momento establecieron Saveur y Loulié, más la continuación individual que luego ellos siguieron del mismo trabajo de la acústica (Saveur desarrolló más este trabajo) sirvió para demostrar que con estas oscilaciones se podían obtener las mismas frecuencias que emitían los instrumentos de esa época, y surgieron propuestas para afinaciones y calibración de instrumentos, cuestiones que fueron desarrolladas luego por otros estudiosos de la acústica y músicos. Esta conexión del pensamiento de Saveur y Loulié se vio bastante reflejada en los dispositivos que ellos crearon, ya que los dispositivos de Saveur fueron su metrónomo llamado Échomètre (el cual mostró en el momento que presentó las críticas al metrónomo de Loulié, y lo fabricó con las mejoras que le faltaban) y un afinador de clavicémbalo como el de Loulié pero mejorado, al cual llamó Monocorde.

Louis Léon Pajot

Loulié muere en el año 1702, y muchos tiempo después, en el año 1732, otro miembro de la misma academia de ciencias, Louis Léon Pajot, presenta junto con un tratado su propio metrónomo, el cual suplía las necesidades de escucha y medición de las oscilaciones en segundos que no tenían los metrónomos anteriores. Aparte de eso éste metrónomo podía vencer todos los tempos y medir todas las figuras rítmicas, sin embargo aún quedaba el problema del gran tamaño de dicho aparato que hacía muy difícil darle un uso más satisfactorio para las necesidades reales de los músicos y estudiantes de música.

De ahí en adelante hasta 1812 aproximadamente vienen más propuestas para metrónomos, cada una con sus mejoras, y de la mano de una larga lista de mecánicos e inventores, los cuales tienen que lidiar con varios problemas en la fabricación de metrónomos, uno es la capacidad de ser audible, el siguiente son las grandes dimensiones de estos aparatos que no proporcionan practicidad y confort para los músicos y estudiantes, y también el gran problema de los tempos lentos, pues para poder obtenerlos se necesitaba que el péndulo de dichos metrónomos fuera considerablemente largo. El primer problema ya lo había solucionado Louis Léon Pajot, pero muchos de los siguientes inventores tuvieron que prescindir de una de estas tres características que necesitaban, podían fabricar metrónomos más pequeños pero el mecanismo que usaban no produciría los tempos lentos que se necesitaban, y esto supongo que también afectaría el sonido de las oscilaciones, por lo que mientras llegaba la solución definitiva tuvieron que sortearse las características que tendrían sus diseños a favor de una de las cualidades con las que ya se conocía el metrónomo.

En el siguiente post continuaré la historia del metrónomo, y mucho más adelante, en los siguientes posts les mostraré cómo funciona y la manera de usarlo, para que podamos aprovechar bien este aparato que, para el estudio diario con nuestros instrumentos puede ser una gran herramienta.

Ya estamos conociendo muy poco a poco los elementos más fundamentales para hacer uso del lenguaje musical, y pronto vendrán cosas mucho más interesantes para disfrutar.

Hasta el próximo post, y que podamos seguir en esta aventura.

¡Saludos!